Stacy Malibú
Fotos de Ignacio Torolla
Textos de Gato de Quilmes
Desde el ’91 y por cuatro años Guillermo y Lucas tocan acompañando al nefasto nombre de su banda –“Culo Loco”– mientras Bruno vive experiencias funestas en Honduras. En 1995 Lucas y Leo dan forma y contorno a lo que sería el embrión de Stacy Malibu –paralelamente Bruno toca en una banda darkie y Guille en una de reggae– hasta las pascuas del año siguiente cuando Leo abandona el proyecto y los tres restantes se reúnen a hacer temas. ¿Y quienes son todos estos? ¡Son una banda muy importante!, leé: en 1998 sale su primer disco que vende 15 millones de copias en Indonesia, en 1999 conquistan el mundo, y en el 2002 forman una AFJP con Syd Barret.
Textos de Gato de Quilmes
Desde el ’91 y por cuatro años Guillermo y Lucas tocan acompañando al nefasto nombre de su banda –“Culo Loco”– mientras Bruno vive experiencias funestas en Honduras. En 1995 Lucas y Leo dan forma y contorno a lo que sería el embrión de Stacy Malibu –paralelamente Bruno toca en una banda darkie y Guille en una de reggae– hasta las pascuas del año siguiente cuando Leo abandona el proyecto y los tres restantes se reúnen a hacer temas. ¿Y quienes son todos estos? ¡Son una banda muy importante!, leé: en 1998 sale su primer disco que vende 15 millones de copias en Indonesia, en 1999 conquistan el mundo, y en el 2002 forman una AFJP con Syd Barret.
No tienen nada que ver entre sí. Bruno estudió piano clásico y desde hace un tiempo experimenta con máquinas y samplers. Guille (no ver foto porque no vino cuando las hicimos) toca de traje y parece su padre. Su auto-padre. Lucas es autodidacta, y además baila mucho. Cuando se le cuestiona que lo hace igual a Dante Spinetta, se justifica diciendo que tienen contextura física parecida. Bruno agrega que además tiene “pechito de paloma”, y ambos se reconocen fanáticos de Michael Jackson. Broma. Lo cierto es que los Stacy Malibu son unos auténticos loosers de fin de siglo, que promedian 18 años y cargan consigo un dudoso pasado dark.
Bruno junta basura de la calle –con la que pretende crear vestuarios– y también gusta del baile. Y aunque una recurrente mala suerte con las chicas los persigue, se quejan de que cierta vez una les tiró un corpiño marcándoles un ojo: “¡paren chicas, están descontroladas!”. Música para bailar y un público compuesto básicamente de diez pelilargos que los vivan durante el show: “son esos típicos amigos a los que les decís ‘vos metete entre el público y bailá, así después lo hacen todos’, pero siempre terminan siendo sólo esos 10 boludos los que bailan”. Aseguran que el ’98 es su año pero no quieren terminar bajo el molde “spice girls”. Ellos querían ser una banda de cincuenta músicos con actitud, bailando y haciendo piruetas, hasta que los gustos de adolescente (léase Moloko, Chemical Brothers, Morcheeba) se entrometieron y desviaron el tránsito hacia una suerte de tecno-funk. -¿Cómo eran sus primeras composiciones? -(Bruno) En nuestra época de composición hicimos hip hop y creíamos que éramos felices. Ahora nos damos cuenta de que el mundo es violento y nos vamos a dedicar al jungle. Lejos de lo que se dio en llamar “nación hip hop”. Habitan en Caballito y Belgrano y no rapean, aunque usan ritmos tildables de hip hop. Sus temas están armados combinando sonidos y efectos “espaciales”. -(Lucas) No nos gusta que nos tilde de hip hoperos porque enseguida te asocian a Geo Ramma, a Control Machete… a gangsters diciendo pavadas… ¡y nosotros decimos pavadas pero felices! (risas) -(Bruno) No matamos a nadie, como Super-A. -(Lucas) No podemos matar ni a una mosca… claro, es que es eso: ‘soy gangsta y detesto a los policías’. A mi me gustan algunas cosas del hip hop, pero la idea que tengo de él es mucho más seca, es un ritmo y un tipo diciendo cosas. Y puede ser válido en un lugar donde quizás esas cosas sean más reales. Para ser sinceros, todos escuchamos música traída de afuera y siempre va a ser la propaganda, no podemos decir que en Argentina tenemos un sentimiento de rock porque hace treinta años que lo tocamos. A mi me encanta el rock, pero igual estoy escuchando la propaganda. -(Bruno) Nosotros también usamos cosas de acá, o sea, si escuchás nuestros temas vas a notar gritos de indigenas del altiplano de fondo. Bruno admite que le gusta el tango, el rock nacional momentáneo y León Gieco. La lista se completa con Beethoven (“si lo escuchás bien te vas a dar cuenta de que estaba completamente loco”), algunas cosas de jazz y música centroamericana, lo cual no es casual ya que su sangre es costaricense. Como banda under que debe buscar fechas y montarse bajo una estructura independiente, reclaman de sus pares un poco más de preocupación e interés por el sonido que ofrecen en los shows, y esperan que se toque más temprano. -(Lucas) No pretendo que salgan y digan ‘¡uau, voy a saltar como Van Halen!’… no, eso es gilada. Pero no sé, quizás pase en todos los países del mundo, pero acá hay bastante de ‘y bueno, yo toco y no me importa nada’. El hermano de Lucas es satanista y “está haciendo pactos con satán para que tengamos éxito”. Guille no es hermano de nadie, y no porque no tenga, sino porque no nos contó (tampoco vino a la nota). Bruno es hermano del cantante de Indra, banda que apareció en nuestro número 1 y de la cual los Stacy hicieron un…¡remix! Stacy Malibu es “un problema y un gran beneficio en todo”. Al no tener baterista no deben complicarse con demasiados problemas de sonido, pero “a la gente le pasa que cuando no ve a un baterista tocando no siente que es en vivo. A nuestra batería la solemos poner a más potencia que a una normal, para que incite a bailar”. Aman a sus fans aunque no tengan ninguno, y dicen trabajar como hormigas para ellos, mejorando la vestimenta, el sonido, y programando ritmos y secuencias: “la verdad es que con este pibe que tengo al lado me pasé muchos días encerrado en casa hasta altas horas de la madrugada, haciendo cosas que después cambiamos y cambiamos y cambiamos miles de veces” añade Bruno.
-Y usan esos subgraves, que están todo el tiempo pero que la gente no percibe… -(Bruno) ¡Ese es el secreto, no hay que contarlo, nene! Eso es lo que te hace mover el pecho… o el pene, no sé… -(Lucas) El otro días estaba viendo un programa en la tele en el que había una banda buscando la frecuencia para que cuando la escuches te cagues encima (risas) -¿Existen esas cosas? -(Lucas) No creo. Los chabones estaban mandando fruta, pero… -(Bruno) Estaría bueno (risas) -(Lucas) Onda, yo con pañales, tocando… y después la gente diciendo ‘¡no sabés, cuando tocaron el tema tres me re-cagué!’ (risas)… Estaría bueno encontrar la frecuencia orgásmica, que vos la toques y que las chicas se vuelvan locas. |
El tema es Hormonas, y el consanguíneo músico comenta que “no usamos el típico remix largo, hicimos otro tema distinto y eso me copa. Lo único que tiene es un loop de una guitarra y la voz, todo lo demás cambió”.
Queda en familia. El otro Stacy no oculta que le agradaría oir un tema suyo remixado por otro grupo y que ahora quiere componer canciones onda manchester: -(Lucas) Me gusta EMF y todas esas cosas, son épocas. Hace un tiempo que estoy pensando en eso, por ahí otro día estoy sentado en mi casa tocando la guitarra y digo ‘no necesito nada más que esto’. Y hay otros días en los que no uso la guitarra porque no la necesito, prefiero samplear un par de cosas y mezclarlas. Eso tiene un aspecto bueno que es la diversidad, y uno malo que es el hecho de hacer cosas y después eliminarlas por sentirte completamente diferente. Supongo que le pasará a todo el mundo, porque no soy un gran artista que haga cualquier cosa y le sorprenda a sí mismo. -¿Pero tenés un problema, necesitás un psicólogo? -(Lucas) No, ya tengo uno. Una psicóloga. -¿Y está buena? -(Lucas) (risas) No debería decirlo… se parece a una conductora de Much Music. -(Bruno) ¡Qué hijo de puta! ¡con razón siempre te babeás con las conductoras de Much Music! (risas) |
Cosas que no se pueden comprobar con una charla, y que Lucas descarría diciendo que quiere sentirse feliz haciendo música, pero como buen looser insiste solapadamente y en el desarrollo de su teoría contempla a los indios que curan con música. Hasta llega a hablar de que “la misma canción tocada por dos personas distintas puede ser apestosa y hermosa. Yo no conozco una sola persona que toque decentemente un tema de Jimi Hendrix, salvo que lo cambien completamente como hizo The Cure, pero que ya no suena a Jimi Hendrix”.
-Claro, no es lo mismo que venga una gorda y te diga ‘te quiero’ a que venga una rubia y te diga ‘te qui’
-(Lucas) (risas) Es más, te dicen ‘te odio hijo de puta’ y te encantó igual.
De pronto, en la plaza respiramos un raro olor…
-¿Qué aroma, no?
-(Lucas) Es verdad, hay un aroma como a…
-(Bruno) A reggae (risas)
-¿Nunca pensaron en hacer raggafunk?
-(Lucas) No nos cabe.
-(Bruno) No, la verdad que…
-Pero si vos Bruno en una época tenías dreadlocks ¿qué te hacés el banana? (se ríe)
-(Lucas) Yo no me lavé el pelo por mucho tiempo.
-(Bruno) ¿Y por qué te crees que tengo estos pelos parados? (risas)
-(Lucas) Esto es real: iba al colegio con el pelo largo y se me caían los piojos arriba de las hojas (risas). Me estaba dejando una especie de dreadlocks pero me quedaban muy mal.
-(Bruno) No sabía cómo hacérselos.
-(Lucas) No sé, ví a un linyera cerca de casa y le quedaban, pero el chabón se vé que hacía años que no se bañaba (risas)… ¡y yo tenía una picazón secundaria! (risas)
-(Bruno) Yo tenía dreadlocks limpios y me los corté porque tuve grandes problemas… bah, la verdad es que mucha gente me decía ‘te parecés a Emanuel Horvilleur’, y entonces me los corté y justo el pelotudo ese se los cortó, así que ahora también me dicen lo mismo, ¡y me quiero matar! (risas)
Las drogas, mas bien lejos. Para Lucas la gente que “está esperando un colectivo y se fuma un caño está quemada. Me cabe la onda de experimentar, no sé si conmigo porque digamos que tengo… miedo de mí mismo, depende de cuánta confianza tengas en vos las cosas te pegan muy bien o muy mal, y yo la verdad es que no me siento el tipo más seguro de sí mismo. Prefiero no arriesgarme a tener un mal viaje al pedo”.
-Pero podés fumar mirando Much Music…
-(Lucas) (risas) ¡No, porque si no está la conductora y ponen un video de Take That me agarra el peor viaje de la Tierra y me suicido! (risas)
-(Bruno) Yo creo que uno puede experimentar mientras sepa controlarse, y sepa que todo en exceso hace mal. Hasta hay mucha gente que dice de la marihuana que no es una droga, que es natural… pero si fumás todos los días vas a quedar quemado, y es la verdad.
Lucas tiende a distender la charla diciendo que “los Flamming Lips desayunan sandía con vino” y que así tienen trips únicos, pero el incisivo articulista vuelve a la carga…
-Entonces ¿qué onda?, no tienen mujeres, no les cabe la droga…
-(Bruno) Nuestro bajista está casado.
-Su bajista parece un músico pago…
-(Bruno) Se puede decir que Lucas es un extremo, el bajista el otro y yo soy un híbrido, porque hay grandes discusiones filosóficas entre ellos dos. Además mamaron juntos la teta, son amigos casi desde jardín de infantes. Se conocen mucho y se critican muy grosamente. Así que no podemos decir que hay una química especial entre nosotros porque creo que es una química muy rara (risas). Somos los tres muy distintos, como una balanza sobreviviendo. Si se fuera el bajista habría que buscar a otro que también discutiera con Lucas.
-(Lucas) Es que yo pienso la música de otra forma. Si estamos tocando una nota en todo el tema o siete millones no importa.
-(Bruno) Él se compró una guitarra trucha y en vez de ir comprándose pedales, amplificadores y una buena guitarra, se compró un sampler, un minidisc, una portaestudio…
-¿Invierten mucho dinero?
-(Bruno) No, somos pobres. Ahora estamos en bancarrota, tenemos un par de equipos que están buenos pero es lo justo.
-(Lucas) Es bastante raro porque tenemos minidisc, sampler, batería electrónica, bla bla bla… ¡pero después no tenemos plata ni para un plug! (risas)
-(Bruno) ¡Tenemos un solo minidisc, llegamos a perderlo y perdemos todas las bases! (risas). Estamos haciendo arte destructivo, porque cada vez que cambiamos algo lo estamos borrando.
-¿Tienen muchos amigos?
-(Lucas) No, no, la verdad es que…
-¡Cambien de actividad! (risas)
-(Lucas) Hay una cosa que yo a veces siento como muy afortunada y otras como muy patética: pisar un lugar y ‘hola, que tal, hola que tal, hola que tal’ y saludás a un montón de gente, pero normalmente estás un día tranquilo en tu casa y decís ‘quiero charlar con alguien’ y te das cuenta de que tenés sólo dos números de teléfono más o menos sinceros… ¡Si hay alguno que se quiera hacer amigo mío por favor llameme porque en realidad yo soy un pibe bastante copado! (risas)
Distantes de las bandas que dicen ser las mejores del mundo, Lucas prefiere observar que “Stacy Malibu es la banda que más quiero en el mundo y la única que me jodería que no exista más, pero de ahí a decir ‘somos la mejor banda del mundo’…”.
-(Bruno) A mi me encanta Living Colour pero no me voy a matar porque se hayan separado.
-(Lucas) Mi artista favorito es John Frusciante (de los RHCP), y el tipo se fue y... yo preferiría que los RHCP se separen antes de hacer algo malo. Y de paso les recomiendo: cuando puedan escuchar el disco de John Frusciante, háganlo.
-(Bruno) Mi artista favorito solista es Syd Barret, y creo que hizo una cosa parecida a la de John Frusciante. Los dos están locos.
-(Lucas) Es raro, porque esos son nuestros artistas favoritos y no creo que el tipo que escucha Stacy Malibu se pueda dar cuenta.
Bruno se retracta y siente culpa por haber dicho que tiene artistas favoritos. Termina proponiéndose como “una persona abierta. De repente hay épocas en las que me gusta más una cosa y épocas en las que me gusta más otra. La verdad es que me encantaría tocar bien jazz, y música disonante”.
El año pasado fueron seleccionados para la caótica muestra de arte jóven autodenominada Buenos Aires No Duerme. Allí, tocaron en vivo y grabaron un tema en estudio.
-¿Qué les pareció?
-(Bruno) Todas las cosas que organiza la municipalidad son para la clase media… mi hermana y gente conocida que labura en las villas ven cortadas sus actividades todo el tiempo por la propia municipalidad, y la gente pobre no recibe nada. La clase media ya tiene suficiente, ya hay muchas cosas. El pobre no tiene ninguna actividad; los pendejos no van al colegio, no mantienen actividades plásticas, no hacen nada. Es necesario que los estimulen de chicos para que haya un mejor nivel de educación general.
-¿Cómo te sentís en Argentina hoy?
-(Bruno) No me llego a sentir feliz del todo. Hay muchas cosas pero muchas veces no hay nada. A veces pienso que en el verano me cago de risa y durante todo el invierno de angustia. Es muy loco.
-¿Si tuvieras el poder para cambiar algo?
-(Bruno) Dejaría todo y volvería al campo, a la rural. Es la verdad… la ciudad es una trampa para cucarachas.
-Pero no tendría sentido Stacy…
-(Bruno) No me importa Stacy, todo sería de otra forma. Nos sentiríamos tranquilos, conectados con la naturaleza… no sé, es feo sentirse días, semanas, meses pisando asfalto. La naturaleza con la que te contactás es cucarachas y algún bicho medio raro.
-¿Me contás quien es Stacy?
-(Bruno) Stacy Malibu es el prototipo de chica fácil que deambula por las ciudades… nosotros decimos chica fácil pero en realidad las situaciones sociales hacen que… se le facilite (risas), Te voy a decir la típica frase que dice todo el mundo y con la que estoy de acuerdo: cuando una chica es libre le dicen ‘puta’, y cuando un chabón se transa un montón de minas le dicen ‘ganador’. Por naturaleza una ve que muchas veces el sexo femenino es superior. El símbolo del león, desde la época de los caballeros, es mentira, porque el león es un vago que se rasca el culo y la leona está todo el día cazando, cuidando las crías, y haciendo todo. Me parece que no hay mucho que discutir sobre eso…
-¡Vos no ganás chicas con la música pero lo querés hacer con éste reportaje!
-(Bruno) (risas) Un saludo para todas las chicas que andan en tanga. Nosotros queremos que bailen chicas en tanga en nuestros shows.
-(Lucas) Sí… chicos no porque queda feo (risas)
-(Bruno) Somos hippies.
-¿Cómo sería el paraíso para ustedes? ¿con un Jesucristo con afro?
-(Lucas) (risas) Estaría bueno un Jesucristo con afro, ¡y en la barba unos dreadlocks! (risas)
-(Bruno) Estaría bueno ser Sai Baba, porque tenés afro, dominás a todos, te llenás de guita y todos creen que sos poderoso… y bueno, seguro que tenés a todas las chicas.
-(Lucas) Y se arma una banda sónica con tu nombre.
-(Bruno) No, eso no me gusta.
-(Lucas) Para mí el paraíso es mental.
-(Bruno) El paraíso tiene que ser para todos, no digas ‘para mí’ porque suena muy individualista. Perdoname pero es un pensamiento muy egoísta y no todos pensamos así (risas). El paraíso hay que buscarlo para todos, y no para uno… ‘¡No es lo que tu puedas hacer por el país sino lo que el país puede hacer por ti!’ (risas)
-(Lucas) Yo comparto eso de que es para todos, pero…
-En definitiva es para ‘iso’…
-(Lucas) (risas) Claro, iso antes que todo… pero tiene que ser mental, porque sino…
-(Bruno) ¿Vos sos el ninja mental, no?
-(Lucas) (risas) No, boludo… ¡paren con esa gente! (risas). Voy a salir con un arma a matar Kuriakys.
-(Bruno) ¡Ahora sos un Súper A! (risas)
Ese sería un digno fin de nota, pero vamos a cambiarlo por este curioso testimonio:
-(Lucas) ¿Sabés que sí ponés la película ‘El Mago de Oz’ y el disco ‘El Lado Oscuro de la Luna’ de Pink Floyd al mismo tiempo, coinciden la música y las imágenes? Es como la música instrumental de la película.
-(Bruno) Al tercer rugido del león de la Warner ponés play en el compact y coincide todo perfectamente. Hay un tema que se llama ‘The Great Gig in the Sky’ y empieza justo cuando un tornado se lleva a la minita al mundo de la fantasía.
-(Lucas) Y termina justo.
-(Bruno) Y hay una parte en la que un tipo anda en bicicleta y se escuchan ruidos de campanitas. Y cuando la mina llega al paraíso que es relujoso y brillante, empieza el tema ‘Money’.
-¿Y ustedes van probando todos los discos que hay con todas las películas?
-(Lucas) Esto salió en muchas partes… en la tele, en internet, y dicen que gente lo probó y anda.
-¿No trataron de hacerlo nunca?
-(Lucas) No, pero cuando consigamos la película lo vamos a probar… Dicen que si ponés la obra completa de la Cicciolina con todos los discos de Emerson Lake & Palmer, te deprimís, la pantalla se comprime y aparecés tipo Poltergeist (risas).
-Claro, no es lo mismo que venga una gorda y te diga ‘te quiero’ a que venga una rubia y te diga ‘te qui’
-(Lucas) (risas) Es más, te dicen ‘te odio hijo de puta’ y te encantó igual.
De pronto, en la plaza respiramos un raro olor…
-¿Qué aroma, no?
-(Lucas) Es verdad, hay un aroma como a…
-(Bruno) A reggae (risas)
-¿Nunca pensaron en hacer raggafunk?
-(Lucas) No nos cabe.
-(Bruno) No, la verdad que…
-Pero si vos Bruno en una época tenías dreadlocks ¿qué te hacés el banana? (se ríe)
-(Lucas) Yo no me lavé el pelo por mucho tiempo.
-(Bruno) ¿Y por qué te crees que tengo estos pelos parados? (risas)
-(Lucas) Esto es real: iba al colegio con el pelo largo y se me caían los piojos arriba de las hojas (risas). Me estaba dejando una especie de dreadlocks pero me quedaban muy mal.
-(Bruno) No sabía cómo hacérselos.
-(Lucas) No sé, ví a un linyera cerca de casa y le quedaban, pero el chabón se vé que hacía años que no se bañaba (risas)… ¡y yo tenía una picazón secundaria! (risas)
-(Bruno) Yo tenía dreadlocks limpios y me los corté porque tuve grandes problemas… bah, la verdad es que mucha gente me decía ‘te parecés a Emanuel Horvilleur’, y entonces me los corté y justo el pelotudo ese se los cortó, así que ahora también me dicen lo mismo, ¡y me quiero matar! (risas)
Las drogas, mas bien lejos. Para Lucas la gente que “está esperando un colectivo y se fuma un caño está quemada. Me cabe la onda de experimentar, no sé si conmigo porque digamos que tengo… miedo de mí mismo, depende de cuánta confianza tengas en vos las cosas te pegan muy bien o muy mal, y yo la verdad es que no me siento el tipo más seguro de sí mismo. Prefiero no arriesgarme a tener un mal viaje al pedo”.
-Pero podés fumar mirando Much Music…
-(Lucas) (risas) ¡No, porque si no está la conductora y ponen un video de Take That me agarra el peor viaje de la Tierra y me suicido! (risas)
-(Bruno) Yo creo que uno puede experimentar mientras sepa controlarse, y sepa que todo en exceso hace mal. Hasta hay mucha gente que dice de la marihuana que no es una droga, que es natural… pero si fumás todos los días vas a quedar quemado, y es la verdad.
Lucas tiende a distender la charla diciendo que “los Flamming Lips desayunan sandía con vino” y que así tienen trips únicos, pero el incisivo articulista vuelve a la carga…
-Entonces ¿qué onda?, no tienen mujeres, no les cabe la droga…
-(Bruno) Nuestro bajista está casado.
-Su bajista parece un músico pago…
-(Bruno) Se puede decir que Lucas es un extremo, el bajista el otro y yo soy un híbrido, porque hay grandes discusiones filosóficas entre ellos dos. Además mamaron juntos la teta, son amigos casi desde jardín de infantes. Se conocen mucho y se critican muy grosamente. Así que no podemos decir que hay una química especial entre nosotros porque creo que es una química muy rara (risas). Somos los tres muy distintos, como una balanza sobreviviendo. Si se fuera el bajista habría que buscar a otro que también discutiera con Lucas.
-(Lucas) Es que yo pienso la música de otra forma. Si estamos tocando una nota en todo el tema o siete millones no importa.
-(Bruno) Él se compró una guitarra trucha y en vez de ir comprándose pedales, amplificadores y una buena guitarra, se compró un sampler, un minidisc, una portaestudio…
-¿Invierten mucho dinero?
-(Bruno) No, somos pobres. Ahora estamos en bancarrota, tenemos un par de equipos que están buenos pero es lo justo.
-(Lucas) Es bastante raro porque tenemos minidisc, sampler, batería electrónica, bla bla bla… ¡pero después no tenemos plata ni para un plug! (risas)
-(Bruno) ¡Tenemos un solo minidisc, llegamos a perderlo y perdemos todas las bases! (risas). Estamos haciendo arte destructivo, porque cada vez que cambiamos algo lo estamos borrando.
-¿Tienen muchos amigos?
-(Lucas) No, no, la verdad es que…
-¡Cambien de actividad! (risas)
-(Lucas) Hay una cosa que yo a veces siento como muy afortunada y otras como muy patética: pisar un lugar y ‘hola, que tal, hola que tal, hola que tal’ y saludás a un montón de gente, pero normalmente estás un día tranquilo en tu casa y decís ‘quiero charlar con alguien’ y te das cuenta de que tenés sólo dos números de teléfono más o menos sinceros… ¡Si hay alguno que se quiera hacer amigo mío por favor llameme porque en realidad yo soy un pibe bastante copado! (risas)
Distantes de las bandas que dicen ser las mejores del mundo, Lucas prefiere observar que “Stacy Malibu es la banda que más quiero en el mundo y la única que me jodería que no exista más, pero de ahí a decir ‘somos la mejor banda del mundo’…”.
-(Bruno) A mi me encanta Living Colour pero no me voy a matar porque se hayan separado.
-(Lucas) Mi artista favorito es John Frusciante (de los RHCP), y el tipo se fue y... yo preferiría que los RHCP se separen antes de hacer algo malo. Y de paso les recomiendo: cuando puedan escuchar el disco de John Frusciante, háganlo.
-(Bruno) Mi artista favorito solista es Syd Barret, y creo que hizo una cosa parecida a la de John Frusciante. Los dos están locos.
-(Lucas) Es raro, porque esos son nuestros artistas favoritos y no creo que el tipo que escucha Stacy Malibu se pueda dar cuenta.
Bruno se retracta y siente culpa por haber dicho que tiene artistas favoritos. Termina proponiéndose como “una persona abierta. De repente hay épocas en las que me gusta más una cosa y épocas en las que me gusta más otra. La verdad es que me encantaría tocar bien jazz, y música disonante”.
El año pasado fueron seleccionados para la caótica muestra de arte jóven autodenominada Buenos Aires No Duerme. Allí, tocaron en vivo y grabaron un tema en estudio.
-¿Qué les pareció?
-(Bruno) Todas las cosas que organiza la municipalidad son para la clase media… mi hermana y gente conocida que labura en las villas ven cortadas sus actividades todo el tiempo por la propia municipalidad, y la gente pobre no recibe nada. La clase media ya tiene suficiente, ya hay muchas cosas. El pobre no tiene ninguna actividad; los pendejos no van al colegio, no mantienen actividades plásticas, no hacen nada. Es necesario que los estimulen de chicos para que haya un mejor nivel de educación general.
-¿Cómo te sentís en Argentina hoy?
-(Bruno) No me llego a sentir feliz del todo. Hay muchas cosas pero muchas veces no hay nada. A veces pienso que en el verano me cago de risa y durante todo el invierno de angustia. Es muy loco.
-¿Si tuvieras el poder para cambiar algo?
-(Bruno) Dejaría todo y volvería al campo, a la rural. Es la verdad… la ciudad es una trampa para cucarachas.
-Pero no tendría sentido Stacy…
-(Bruno) No me importa Stacy, todo sería de otra forma. Nos sentiríamos tranquilos, conectados con la naturaleza… no sé, es feo sentirse días, semanas, meses pisando asfalto. La naturaleza con la que te contactás es cucarachas y algún bicho medio raro.
-¿Me contás quien es Stacy?
-(Bruno) Stacy Malibu es el prototipo de chica fácil que deambula por las ciudades… nosotros decimos chica fácil pero en realidad las situaciones sociales hacen que… se le facilite (risas), Te voy a decir la típica frase que dice todo el mundo y con la que estoy de acuerdo: cuando una chica es libre le dicen ‘puta’, y cuando un chabón se transa un montón de minas le dicen ‘ganador’. Por naturaleza una ve que muchas veces el sexo femenino es superior. El símbolo del león, desde la época de los caballeros, es mentira, porque el león es un vago que se rasca el culo y la leona está todo el día cazando, cuidando las crías, y haciendo todo. Me parece que no hay mucho que discutir sobre eso…
-¡Vos no ganás chicas con la música pero lo querés hacer con éste reportaje!
-(Bruno) (risas) Un saludo para todas las chicas que andan en tanga. Nosotros queremos que bailen chicas en tanga en nuestros shows.
-(Lucas) Sí… chicos no porque queda feo (risas)
-(Bruno) Somos hippies.
-¿Cómo sería el paraíso para ustedes? ¿con un Jesucristo con afro?
-(Lucas) (risas) Estaría bueno un Jesucristo con afro, ¡y en la barba unos dreadlocks! (risas)
-(Bruno) Estaría bueno ser Sai Baba, porque tenés afro, dominás a todos, te llenás de guita y todos creen que sos poderoso… y bueno, seguro que tenés a todas las chicas.
-(Lucas) Y se arma una banda sónica con tu nombre.
-(Bruno) No, eso no me gusta.
-(Lucas) Para mí el paraíso es mental.
-(Bruno) El paraíso tiene que ser para todos, no digas ‘para mí’ porque suena muy individualista. Perdoname pero es un pensamiento muy egoísta y no todos pensamos así (risas). El paraíso hay que buscarlo para todos, y no para uno… ‘¡No es lo que tu puedas hacer por el país sino lo que el país puede hacer por ti!’ (risas)
-(Lucas) Yo comparto eso de que es para todos, pero…
-En definitiva es para ‘iso’…
-(Lucas) (risas) Claro, iso antes que todo… pero tiene que ser mental, porque sino…
-(Bruno) ¿Vos sos el ninja mental, no?
-(Lucas) (risas) No, boludo… ¡paren con esa gente! (risas). Voy a salir con un arma a matar Kuriakys.
-(Bruno) ¡Ahora sos un Súper A! (risas)
Ese sería un digno fin de nota, pero vamos a cambiarlo por este curioso testimonio:
-(Lucas) ¿Sabés que sí ponés la película ‘El Mago de Oz’ y el disco ‘El Lado Oscuro de la Luna’ de Pink Floyd al mismo tiempo, coinciden la música y las imágenes? Es como la música instrumental de la película.
-(Bruno) Al tercer rugido del león de la Warner ponés play en el compact y coincide todo perfectamente. Hay un tema que se llama ‘The Great Gig in the Sky’ y empieza justo cuando un tornado se lleva a la minita al mundo de la fantasía.
-(Lucas) Y termina justo.
-(Bruno) Y hay una parte en la que un tipo anda en bicicleta y se escuchan ruidos de campanitas. Y cuando la mina llega al paraíso que es relujoso y brillante, empieza el tema ‘Money’.
-¿Y ustedes van probando todos los discos que hay con todas las películas?
-(Lucas) Esto salió en muchas partes… en la tele, en internet, y dicen que gente lo probó y anda.
-¿No trataron de hacerlo nunca?
-(Lucas) No, pero cuando consigamos la película lo vamos a probar… Dicen que si ponés la obra completa de la Cicciolina con todos los discos de Emerson Lake & Palmer, te deprimís, la pantalla se comprime y aparecés tipo Poltergeist (risas).