Luis Marte
Que es dupee cerid, euq se pedue cirde, equ es udepe cerid, que se puede decir. Algo así es Marte. Y no es que sea un coche sin ruedas o una manzana a pilas, sino que se trata de que lo veas de una manera distinta. Creo que sus trabajos detonan en los rincones más trabados de la mente; mas que de canciones o melodías se podría hablar de climas, de sensaciones. Y es que Marte arriesga todo el tiempo, experimenta, deja, prueba, cambia, destruye si es necesario. “Nunca creí poder ejecutar un instrumento musical, es más, jamás pensé en componer algo y menos algo que me gustara y que gustara”.
Ese no-miedo a que se lo tilde de antimúsico, esa valentía que le regala la investigación, adrenalina secuencializada; el mismo lo dice “finalmente descubrí que era más importante la creación que el virtuosismo y la técnica”.
Su demo (Marte, a secas) es el primer trabajo que saca a la calle, pero el amor que siente por la música lo llevó a componer allá por el año ’93; en ese entonces formó su primer grupo junto a su amigo Pablo Reche.
Fuga Cósmica se traducía en dos teclados, un pedal sampler, un micrófono y todo lo que fuera permisible de golpear; su mejor tema: “El Todo”. Si hasta se daban el gusto de hacer un cover de The Residents.
La falta de tiempo (trabajo y facultad) diluyó al dúo, aunque solo momentáneamente, ya que según el propio Marte volver con Fuga Cósmica es el proyecto que más fuerte está sonando.
A fines de 1994 se abraza a su proyecto solista jugando con la cinta abierta, algunos viejos discos, un órgano y una máquina de coser (sí, leíste bien).
En éste panorama se gesta el demo (hecho sin ninguna especie de sampler) que pasa a ser distribuído muy a pulmón. “Todos mis amigos tienen uno hecho especialmente para ellos. Uno fue para mi maestro Daniel Melero, y hasta Robert Fripp tiene uno en su poder”.
Personalmente siento que sus composiciones derrochan calidad, pero calidad bien entendida, esa que se logra casi sin medios, con muchas horas de trabajo y sobre todo con una gran humildad.
Ese no-miedo a que se lo tilde de antimúsico, esa valentía que le regala la investigación, adrenalina secuencializada; el mismo lo dice “finalmente descubrí que era más importante la creación que el virtuosismo y la técnica”.
Su demo (Marte, a secas) es el primer trabajo que saca a la calle, pero el amor que siente por la música lo llevó a componer allá por el año ’93; en ese entonces formó su primer grupo junto a su amigo Pablo Reche.
Fuga Cósmica se traducía en dos teclados, un pedal sampler, un micrófono y todo lo que fuera permisible de golpear; su mejor tema: “El Todo”. Si hasta se daban el gusto de hacer un cover de The Residents.
La falta de tiempo (trabajo y facultad) diluyó al dúo, aunque solo momentáneamente, ya que según el propio Marte volver con Fuga Cósmica es el proyecto que más fuerte está sonando.
A fines de 1994 se abraza a su proyecto solista jugando con la cinta abierta, algunos viejos discos, un órgano y una máquina de coser (sí, leíste bien).
En éste panorama se gesta el demo (hecho sin ninguna especie de sampler) que pasa a ser distribuído muy a pulmón. “Todos mis amigos tienen uno hecho especialmente para ellos. Uno fue para mi maestro Daniel Melero, y hasta Robert Fripp tiene uno en su poder”.
Personalmente siento que sus composiciones derrochan calidad, pero calidad bien entendida, esa que se logra casi sin medios, con muchas horas de trabajo y sobre todo con una gran humildad.
Letras
Luis Martes y Pablo Reche
Mente
Cuatro paredes
Un encierro
Una puerta
El escape.
El exterior
Mi mente vuela
La sociedad me derriba
Prefiero mis cuatro paredes
Al menos son mías.
Reflexiones sobre una gran ciudad (repleta de gente sin sentido)
Siempre camino por este desierto repleto de gente vacía y sin tiempo.
Arrastro mi carne cansada en silencio las sombras me cubren que frío este invierno.
Vacía y sin tiempo la gente camina mi mente no las toca pero si mis heridas.
Cuatro paredes
Un encierro
Una puerta
El escape.
El exterior
Mi mente vuela
La sociedad me derriba
Prefiero mis cuatro paredes
Al menos son mías.
Reflexiones sobre una gran ciudad (repleta de gente sin sentido)
Siempre camino por este desierto repleto de gente vacía y sin tiempo.
Arrastro mi carne cansada en silencio las sombras me cubren que frío este invierno.
Vacía y sin tiempo la gente camina mi mente no las toca pero si mis heridas.
Gabriel en Marte
Gabriel es uno de esos droopy-amigos con los que me encuentro siempre a donde sea que vaya. Junto con Juan está armando La Nave que es una publicación independiente y gratuita, bah, más que armando diría que ya están en vuelo. Por eso le pedí que viaje hasta Marte y te cuente sobre su demo.
Comentario: en la Argentina son muy pocos los grupos o solistas que realmente se animan o gustan de la música industrial. Este trabajo solista de Marte, es comparable al estilo de bandas europeas como Einsturzende Neubauten o Nocturnal Emissions. Su producción de tapa transparente contiene 4 temas que van desde el más duro industrial hasta un ingenioso ambient. Con un sonido muy original, experimenta diferentes matices de sensaciones. Es un material muy recomendable para toda la gente que gusta del género.
Consíganlo y escúchenlo que los trasladará a los confines del mundo. La nave personalmente le da el O.K. para el despegue.
Comentario: en la Argentina son muy pocos los grupos o solistas que realmente se animan o gustan de la música industrial. Este trabajo solista de Marte, es comparable al estilo de bandas europeas como Einsturzende Neubauten o Nocturnal Emissions. Su producción de tapa transparente contiene 4 temas que van desde el más duro industrial hasta un ingenioso ambient. Con un sonido muy original, experimenta diferentes matices de sensaciones. Es un material muy recomendable para toda la gente que gusta del género.
Consíganlo y escúchenlo que los trasladará a los confines del mundo. La nave personalmente le da el O.K. para el despegue.