Penca
Textos de Vanesa González Todo comenzó la noche en que conocí al chosnieto de Güemes, el Sr.Chobal y me cocinó unas milanesas. De hecho, lo hizo bastante bien. A continuación supe de algunas historias, del té de Ginkgo Biloba (más conocido como el té de Martina Navratilova) y entonces, la noche se hizo aún más agradable. Como telón de fondo, sonaban “Barco”, “Rey Momo”, “Departamento Oxidado”, “Ojota de cuero” y otras delicias. Esto no es ficción, aclaro, por si a alguien se le ocurre pensarlo. Simplemente son los actos de una obra, 100% adrenalina argentina. Se podría decir que PENCA es un grupo “correcto”. Pero no será así; sería una injusticia. Entonces, llamemos a las cosas de otra manera: una tríada que encierra tres poderosos ingredientes: lo intelectual, la destreza y lo afectivo musical. De toda esta mezcla animal y a veces (o casi siempre) desenfrenada, surge el arte, “que es el hombre”. Y viceversa. Martín Vitaliti (batería), Ariel Martínez (bajo) y Damián “Turo” Turovetzky (guitarra) conforman una trinidad (en todo caso se verá luego si es o no santísima) que juega un juego de intercambio constante con la tríada, convirtiéndose en un trío poderoso, que no transa (malditos pubs), que no especula, que improvisa en cada acto, una improvisación necesaria (y suficiente) en estos tiempos. Según Penca, “si no hay Beethovens en estos tiempos, es porque es lo que necesita el mundo hoy”. A ellos, tal vez los necesitemos. Pre-Historia... Araña Saudita, Bariloche, Murdock, la Gorda, la montaña y los 65 kct’s... Waldooooo!!! Ariel: Con Waldo estamos escuchando Kiss... Yo escuchaba Kiss a los 11 años... Waldo: Yo me pintaba como los Caú, que eran unos tipos que se pintaban como los Kiss pero tocaban cumbia, en la misma época que los Kiss se escuchaban acá. Mis viejos me querían regalar un kct de Kiss, pero como no entendían nada de música se confundieron y me trajeron un kct de los Caú. Ariel: También Crimson, Santana, Primus, Randy Cohen... Martín:... Yo ahora estoy escuchando a Jaime Roos, pero también escucho a Chick Corea, Floyd, Gismonti... Turo: Si, claro. Yo, lo primero que me compré, fue un kct de los “20 Grandes Éxitos” de los Beatles, que en la tapa tiene las caras de los tipos como bañadas en oro... También escucho a Bill Frisell, Crimson, John Scofield, Gismonti, aPiazzola... Pienso que para la música hay que estar pila, te lleva tiempo, hay que ponerse... digo, cuando uno está muy fisurado o cansado me parece que no te dan ganas de tocar, pero también depende del enganche que tenés con la música. Hay gente a la que tocar cuando está muy cansada le pinta bien... Ariel: Hay que estar pila si es lo que hacés. Turo: Depende. Yo conozco personas que tienen la necesidad de tocar mucho menos tiempo que yo por día y hay personas que tienen la necesidad de tocar el triple que yo, más allá de sus otras actividades. Hablo de la necesidad de estar en contacto con el instrumento. O sea, desde ya que cuando uno está cansado, está cansado, pero también es como que hay que tener como una prioridad. Por ahí uno viene de hacer sus cosas y si lo tenés como prioridad podés, y por ahí, si estás bien concentrado, teniendo media hora después de un laburo intenso lo aprovechás bien. A mí me pasó que teniendo diez horas por día y no tocar ni dos, sabiendo que tenía diez, tuve que empezar a trabajar y tuve menos horas y las aproveché como si fueran diez. Martín: Bueno, es una manera de laburar también. De todas maneras creo que el instrumento lo tenés con vos todo el tiempo, cuando viajás en colectivo, o sea, siempre estás maquinando algo, o te sale, y por ahí vas, te sentás y lo hacés y hay veces que tocas cinco horas y por ahí no es tan provechoso como tocar diez minutos en un momento en que haya salido algo más en limpio, no sé, depende de cada uno, del estado de ánimo de cada uno, del momento. La música es un estado de ánimo. ¿Cómo es la historia de Penca afuera? Turo: Este último mes no nos vimos mucho. Cuando nosotros funcionamos bien musicalmente o cuando tenemos un proyecto musical, yo creo que eso nos une mucho más, nos aglutina, humanamente también. Es como que empezamos a sentirnos más unidos personalmente porque eso también se va a ver... (y ahora viene el “todo empezó aquel día”...)... porque casi nos conocemos al mismo tiempo que estamos tocando... un año y cuatro meses aproximadamente. En verdad nos conocimos un verano en Bariloche. Nos conocimos como bandas. Martín: No, no nos conocimos así. Es más, nunca nos presentaron... Bueno, menos mal que no son novios... Turo: En realidad yo los vi a ellos tocando en Bariloche. Martín: Y a nosotros nos hablaron de ustedes, porque él estaba en otra banda en Bariloche (señala a Ariel), porque Ariel y yo somos de allá. Tocábamos en una banda en Bariloche que se llamaba Murdock. Y bueno, la banda que se llamaba La Gorda Vudú. Turo: Bueno en verdad de acá (Bs. As.) salió una banda medio malabarística a Bariloche a visitar a unos amigos míos escaladores. Martín: Esos amigos son también amigos míos, y yo justo en ese momento estaba parando en la casa de ellos. Turo: De repente nosotros nos íbamos a tocar y nos comentan que va a tocar una banda que se llama Murdock, que era de lo mejorcito de Bariloche. Entonces nosotros fuimos a verlos y si, efectivamente eran de lo mejorcito. Pero no nos hicimos amigos, nada, ningún tipo de relación. El lugar donde tocaban se llamaba “Blue”, donde los vimos por primera vez, y además ¡recaudaban plata! Eso para nosotros era algo muy groso, porque acá en Buenos Aires nunca vimos un peso tocando con La Gorda Vudú, y veíamos que allá se movían y que a la vez los remuneraban. Martín: El primer acercamiento fue en el refugio del cerro Frei. Turo: Yo estaba tocando la guitarra y Martín el bongo. Martín: Y Turo se colgó tocando y yo también como a cuatro metros de distancia y no nos conocíamos, pero ya estábamos tocando y de repente, dejamos de tocar y ni nos vimos. Tal vez ese haya sido nuestro primer acercamiento musical. Ariel estaba hecho mierda, fisurado, abajo de una carpa. Después en el Bolsón, en la casa de una amiga, zapamos las dos bandas (Gorda y Murdock). Turo: En el ’96 ellos ya estaban viviendo en Buenos Aires. Martín: Un día caímos en el ensayo de la Gorda y ahí nos conocimos y en el invierno, la Gorda y Murdock nos fuimos juntos a tocar a Bariloche, tipo gira de las dos bandas. Ariel: Había mucho en común... Turo: Claro, éramos dos bandas instrumentales ya desde antes. Bah, en la Gorda cantábamos un poco, pero yo prefería la parte instrumental. ¿Y qué pasó en Bariloche? Turo: Nos fue muy bien. Es más, recaudaron plata... Turo: Y si, cubrimos los gastos, metimos trescientas personas. Ahí se presentó Penca por primera vez con un tema. Martín: No, Penca nació ahí... Turo: Bueno, nos reagrupamos e hicimos un tema y después como nos gustó quisimos tocar otro, y otro, y bueno... el primer tema que tocamos fue “Araña”, “Araña Saudita” o algo así. En realidad primero hacemos el tema y después le ponemos el nombre. Acá, en mi casa, nuestra sala de ensayo, empezamos a tocar con la criolla, con todo desarmado, no podíamos hacer ruido, tocábamos bajito. Todo era en principio como un hipperío del 2049... Martín: Y bueno, en ese momento, se disolvieron las otras dos bandas. ¿Se entendieron musical o conceptualmente en ese momento? Martín: Si, si, fue una cosa obvia más que nada. De repente, de las dos bandas salieron las personas que tuvieron que salir. Turo: Además, hoy tenemos una carencia de líder como hubo al principio. Por ahí el líder era Waldo o mi viejo, algo que estaba medio fuera de la banda. El líder no está en la banda, entonces cada tema tardaba cinco meses en terminarse, lo armábamos y después teníamos que tocarlo durante cinco meses. Recién ahí nos sentíamos conformes. Martín: Siempre se van redondeando. Nunca se deja algo apartado, y cada vez que lo tocamos, sale algo distinto. Además hay bastante improvisación en algunos momentos. Ariel: ¿Cuándo escuchaste el primer tema, Waldo? Waldo: No me acuerdo... Ariel tenía una banda de rock. Yo soy amigo de él; iba con el bajo a todas partes. Ariel: Se llamaba Buenos Aires... Waldo: Es un músico misionero... Tocaba música por todas las bandas. Y un día escuché a Penca y sigo yendo, porque todavía no los pude entender... Turo: En verdad todavía nosotros no lo entendimos a Waldo. Al final no sé si tocamos donde Waldo está o si Waldo viene a vernos en donde tocamos. Sos como el “alma matter” de la banda... Waldo: El “alma patter” Es loco el hecho de que el líder de la banda esté afuera... Turo: En Penca, cuando tocamos en vivo, miran hacia alguno de nosotros y piensa que es el líder. Al toque, das vuelta la cabeza y pensás que el líder es aquél, y después mirás para otro lado y el líder es otro. Martín: Es como que el comentario siempre es que se destacan los tres. En realidad, parece que siempre se está esperando un líder... Martín: Claro, una “cabeza”. Turo: Acá el líder sería la banda; lo complejo, digo, fue armar eso. Si a alguno de los tres se le vuelve a ocurrir algo, entonces el tema vuelve a girar un poquito. Y a Waldo no lo elegimos, él nos eligió a nosotros. Martín: Penca tiene una cualidad: generalmente nos serruchan el piso. Hay como una extraña onda, que es como que nunca nos dejan terminar, sea por el sonido, por el lugar inadecuado. Para colmo, eso nos pasó las primeras cinco fechas, en las que estábamos con toda la ansiedad... y también nos pasó en las últimas dos fechas. Penca en “La Aceituna Psicodélica”, 2do. SÁBADO DE CADA MES A LAS 23 En la Aceituna nos pasó que no pudimos tocar por duelo... de la pizzería. En Parque Chacabuco no pudimos tocar por el horario, se podía tocar hasta las dos de la mañana y la banda que tocaba antes que nosotros se fue de tema y terminó de tocar muy tarde... Turo: En Penca elegimos un sistema para salir a la calle a tocar y como ya cada uno venía tocando en sus bandas anteriores, conocíamos lo que era el circuito primerizo de salir a tocar en la ciudad, que es una estafa, directamente; tenés que vender entradas. Tampoco da pedirle a los amigos que conocés desde siempre, que te ven en todos los ensayos que paguen una entrada de cinco pesos. Es medio incómodo. Entonces desde el vamos decidimos cortar ese camino y ahí mismo se nos cerró la cabeza y dijimos: “¿Entonces cómo salimos?”. Bueno, perseverantes y decidimos no tocar en esos lugares. Lo que pasa es que siempre te cobran algo: hay, o una plata o unas entradas anticipadas. Martín: Claro. O te cobran cien pesos para el sonido por adelantado. Turo: Algo que me preocupaba era que a su vez la gente que organiza esas cosas no tiene nada que ver con la música, ni le interesa. Entonces... Turo: Decidimos no hacerlo. No sé, fue medio bendito porque en realidad no hicimos nada para tocar; aunque en verdad, no tan bendito, porque gracias a amigos que nos ayudaron pudimos por ejemplo tocar en la Carpa Docente, no sé, cosas medio extrañas como esas que fueron sucediendo. Ariel: ...que capaz si tocábamos en pubs no las agarrábamos... Martín: Claro, se fue dando que tocábamos en fiestas, cumpleaños... Ariel: ...por haber dejado de tocar en pubs. Turo: Por negación. Martín: Y, nos estábamos dando cuenta que nos estaba viendo más gente que en el caso de haber negociado con los malditos dueños de los pubs... Ariel: Claro, porque generalmente van los que les compran las entradas. Martín: Tené en cuenta, además, la diversidad de gente: todas las fiestas no son iguales, por ejemplo tocamos en un cumpleaños de quince, en Mataderos. Ariel: ...y en una radio de Tablada. Turo: Fue extraño, era raro tocar en una radio ahí. Dany Boy (el padrino de la banda, el papá de Turo) nos llevó en auto esa vez. Ahí bajamos los instrumentos, nos metieron en un cubículo y nosdijeron “ del otro lado los van a escuchar diez mil personas “. Yo creo que fue el recital más grande en el que hallamos tocado. Además, en la sala no había nadie, fue como tocar en diferido, satelitalmente. La radio se llamaba “Impacto”. Ariel: La cuestión es que era un programa de heavy metal que duraba tres horas, y el conductor nos dejó tocar casi todo el programa. Y fue muy copado, porque después empezó a llamar la gente. Turo: Además, el tema de los ambientes. Jamás me hubiera puesto a tocar en una banda heavy, no por nada, sino porque bueno, acá no nos va a ir bien. Yo no sabía que el programa era de heavy metal. De repente empezaron a llamar chabones re-heavy diciendo “eh, yo soy re-cuadrado, no escucho otra cosa, pero lo de ustedes me encantó”; o preguntado si teníamos alguna producción independiente. Entonces, se nos despertó lo de la “Producción Independiente”. Martín: Hicimos una a finales de febrero de este año. Se llama “Lo que viene sin nacer”. Turo: También, por ejemplo, evitábamos tocar en salas de ensayo, por lo que te conté antes. Eso nos obligaba a tocar bajito; entonces cuando tocábamos en vivo nos desbordábamos, éramos como una especie de descontrol animal. Después lo dominamos. Pre-Sente...’46 minutos y “llena tu cabeza de rock”; la porta-estudio, trabajar, trabajar, trabajar y trabajar... y NO (rotundamente NO) a los malditos pubs... ¿Cuantos temas tiene la producción? Turo: Tiene diez temas y dura cuarenta y seis minutos. Los grabamos acá, en mi casa. Martín: Teníamos todo prestado. Conseguimos todo así, por contactos, y lo grabamos nosotros, Penca. Turo: Grabamos sesenta y cinco copias, en tres días. Fueron tres días de internación acá, en mi casa, sabiendo que en cinco días nos íbamos a Bariloche. Entonces, sacamos las sesenta y cinco copias, que nos entregaron seis horas antes de irnos... por eso tal vez tuvieron algunos detalles. |
Martín: Vendimos los sesenta y cinco kct’s en Bariloche. Nos fuimos ya como Penca, por primera vez.
Ariel: ...Ya como una misión.
Turo: Nos fuimos con Waldo. Digamos que Waldo es la parte más motriz, él nos lleva a todas partes. Además, en Bariloche, fue como el documento de Penca... las fotos las sacaba él.
Martín: Si, Waldo es el cuarto integrante de la banda.
¿Y porqué la de tocar en Bariloche?
Turo: Mirá, nos decían que Bariloche está muerto, que no va nadie. Pensamos que había pocas bandas, pero para mí, que no soy de Bariloche, pienso que allá hay un corazoncito. La gente escucha. Presta atención a otras cosas que no tienen tanto que ver con la estética, a menos cosas que tienen que ver con eso.
¿Estética en tanto algo visual?
Turo: No, no. Me parece fenómeno armar, generar junto con otros sentidos la música. Lo que digo, es que allá hay una noción de lo que significa ser alternativo, de lo que significa ser todas esas ramas de la música, pero no son tan importantes. Acá, por ahí tenés que tener una bermuda para tocar, tenés que tener el cuero para tocar otra, o un aro. Lo que pasa, es que allá se toca música.
Martín: ...Y están todos con pulover, porque hace frío, ¿entendés?
Turo: Tal cual. Entonces tocamos con un poncho, con un gorro, con lo que sea.
Ariel: Es un lugar mas chico, es mas unido. Hay otro ánimo, todos los fines de semana hay fiesta. Está re-bueno.
Turo: Además, vos pensá la diferencia de salir a tocar acá en un lugar, después tener que tomarte un bondi y en cambio, allá terminás de tocar y te tirás arriba de una piedra, frente al lago, a la montaña... Es también placentero tocar. Además aprendimos la historia de tocar allá.
Martín: Allá ganamos guita. Es mucho más accesible. Que se yo, allá al dueño del pub le planteás que metés doscientas personas y el chabón te dice que, por ejemplo, vendas a un peso la entrada, o lo que sea y el se queda con la barra.
Turo: Además, me parece que lo que nos gusta es que el que toca, también esta laburando.
Martín: Acá, en cambio, tenés que ocuparte de cosas que no tienen que ver con tocar, “trabajar” de otra cosa: pelearte con el chabón por el tema de las entradas, por ejemplo.
Turo: Laburar de músico, esa es la idea. Acá, dentro del circuito hay una especie de soberbia. Es como que todo el mundo cree que está un escalón mas arriba del que está en realidad. Entonces es todo medio ridículo. Es como que están un paso arriba, pero en realidad están un paso abajo y te tratan mal. Hay como un ambiente hostil entre las bandas; ya nos pasó mas de una vez...
Martín: También, venir a Buenos Aires, implica venir a encarar un monstruo muy grande. Además eso va acompañado de toda tu vida. Allá se sabe que esta todo acá, y eso es verdad. La información y todo el circuito se manejan acá. Por eso, la decisión de la que quieras hacer, para mí se plantea después de pasar por acá.
Turo: La necesidad de información que tienen en el interior pasa desde los muchos métodos que encontrás para viola, por ejemplo, hasta la cantidad de personas que ves tocando. La necesidad de venir pasa por la cantidad de información que ingresa a la Capital Federal. Bueno, a mí me pasa al revés, porque de tanta información terminé embotándome. Se me trabó toda la cabeza. Pero, vos fijate, al final terminamos tocando todos y allá hay gente que también toca muy bien, pero creen que acá van a desarrollarse de una forma más académica, o más fuerte, como que acá está todo.
¿Acá estaría la aprobación?
Turo: Claro, y más que eso yo diría que piensan que acá está el desarrollo.
Martín: Claro, como que acá se va a ver si esta bien lo que hacés y creen que allá las cosas no llegan. Y no es así, llega distinto, porque en definitiva tocan igual, lo que acá también tocamos.
Turo: Es como que acá, todo es más metódico. Entonces quieren venir porque creen que van a tener toda la información y que con eso se hace mucho. Y no es así.
Martín: Estaría bueno vivirla acá y después irte.
Ariel: ...Irte por todos lados.
Turo: Lo que pasa acá es que por el ritmo de vida, por todo lo que pasa, haces una música mucho más esquizofrénica que por ahí en Bariloche. Acá también te perturba el hecho de que tenés que estudiar dieciséis horas. Allá te colgás mirando un árbol, estudiás dos horas y está todo bien. Pero en realidad depende de cada uno, más el contexto.
¿Entonces Penca es música de acá con la cabeza en otra parte?
Martín: No sé, creo que todo influye. No es que una cosa sea peor que otra.
¿Escuchan otras bandas de acá?
Turo: Penca es medio hermétiko. En verdad tuvimos mas relación con otras formas artísticas, extra musicales: malabaristas, actores, sobre todo al principio, cuando todavía no nos hacíamos cargo de que éramos una entidad independiente también. Siempre nos prendíamos a tocar atrás de los demás, cosas por el estilo.
Martín: Acá en Buenos Aires te encontrás con cosas que son todo lo mismo. No es que Penca no quiera ver a nadie. Es que no se ve otra cosa.
Turo: Tal vez, no me reconforta escuchar bandas que suenan igual y tal vez tampoco tenga los cinco pesos para gastar. No sé, cada uno con su necesidad. Algunos músicos, que están en otro nivel, no escuchan mas música. Los tipos llegaron al punto de comprender su universo musical y tienen la necesidad de desarrollarlo; no pueden hacer ingresar. Pero yo no estoy en esa. Además, por ejemplo, el drama que tenemos algunas personas que estudiamos música, es que no podemos escuchar algo sin analizarlo. Yo me enrosco un poco, escucho un CD y no puedo irme a dormir. Pero también, por otro lado hay bandas que me hacen volver a otros lugares; no me fijo cuan complejos son, pero me llenan por otro lado, diferente por ejemplo a lo que me provoca el Modern Jazz Quartet.
Martín: Yo veo como que hay algo que no sé si llamarlo “educación”.
...una cultura...
Turo: Tal vez a eso voy. No se sabe apreciar. Además a veces se mandan con instrumentos que desafinan.
...y muchos se la creen, no todos se dan cuenta...
Turo: Y, no. Además, por otra parte, no hay música autóctona. Es muy raro escuchar en una banda eso. Acá en Argentina, se toca música con influencia europea y estadounidense, en la mayoría de los casos. Es más, yo estoy influido por música europea más que por música argentina.
Martín: Es como que uno está ciego. Buena, la cosa está en empezar a buscar.
Turo: Pero cuando uno tiene que buscar, acá hay un problema, que son la TV y la radio. Son los medios más accesibles: es más fácil escuchar la radio o mirar los canales que irte a una disquería y mirarte todos los discos. Acá la TV te muestra lo que supuestamente es la verdad para el resto del mundo. Y entonces te sentís más cobijado ahí. Y terminás pensando que es lo mejor, cuando en realidad es cualquier cagada.
Pre-Sentimiento... agujereemos las sábanas; TVQ es lo más, pero no miren más tele; la identidad es primero, necesito tocar y tocar y tocar y tocar y tocar...
Tenés acceso a todo pero en realidad no lo controlás; y parece que no podés salir... hay una gran sábana que lo cubre todo, pero también hay posibilidad de agujerear esa sábana...
Ariel: ...No hay que mirar mas tele.
Turo:...No sé si no hay que mirar más tele...
Martín: Podés mirar, pero sabiendo a lo que te atenés, sabiendo lo que estás mirando.
Ariel: Yo desde que Waldo me contó que mira TV Quality, lo miro siempre...
Turo: ...Bueno, yo no creo que toquemos para salvar a nadie, tampoco sé si vamos a agujerear la “sábana”. Uno toca por necesidad. Y resulta ser que no es lo más cotidiano en el medio. Ahora no creo que toquemos por algo contestatario. Creo que tocamos porque nos divertimos...
Además, parece que la imagen es todo, ¿y la música? Parece que lo visual pasó a primer plano y entonces la calidad musical y el “virtuosismo” quedaron aún mas relegados...
Turo: Bueno, yo también pienso en algo austero cuando decimos “música”. Y funciona. Por ejemplo, lo que hizo U2cuando estuvo acá fue muy bueno.
Martín: ...Al batero no lo admiro, pero sé que está poniendo lo que tiene que poner en una banda como esa.
Turo: Vos fijate, que el violero juega con la sonoridad de la música, y ese es un concepto alucinante. Yo no podría dejar de tocar lo que toco para colgarme con el sonido. No sé, tal vez es una carencia mía. Lo que hacen es muy simple, no hay contrastes. El violero maneja la sonoridad de un estadio con cincuenta mil personas, y eso también es ser buen músico, es re-loco.
Martín: Además, fijate cuantas veces cambió de imagen U2, ¿no? Y eso es parte también, junto con la música de la IDENTIDAD. La identidad es también la estética que tiene una banda tocando.
Turo: Sí, la estética, no el esteticismo. Ser claro con la música que hacés.
Ariel: ...Ya como una misión.
Turo: Nos fuimos con Waldo. Digamos que Waldo es la parte más motriz, él nos lleva a todas partes. Además, en Bariloche, fue como el documento de Penca... las fotos las sacaba él.
Martín: Si, Waldo es el cuarto integrante de la banda.
¿Y porqué la de tocar en Bariloche?
Turo: Mirá, nos decían que Bariloche está muerto, que no va nadie. Pensamos que había pocas bandas, pero para mí, que no soy de Bariloche, pienso que allá hay un corazoncito. La gente escucha. Presta atención a otras cosas que no tienen tanto que ver con la estética, a menos cosas que tienen que ver con eso.
¿Estética en tanto algo visual?
Turo: No, no. Me parece fenómeno armar, generar junto con otros sentidos la música. Lo que digo, es que allá hay una noción de lo que significa ser alternativo, de lo que significa ser todas esas ramas de la música, pero no son tan importantes. Acá, por ahí tenés que tener una bermuda para tocar, tenés que tener el cuero para tocar otra, o un aro. Lo que pasa, es que allá se toca música.
Martín: ...Y están todos con pulover, porque hace frío, ¿entendés?
Turo: Tal cual. Entonces tocamos con un poncho, con un gorro, con lo que sea.
Ariel: Es un lugar mas chico, es mas unido. Hay otro ánimo, todos los fines de semana hay fiesta. Está re-bueno.
Turo: Además, vos pensá la diferencia de salir a tocar acá en un lugar, después tener que tomarte un bondi y en cambio, allá terminás de tocar y te tirás arriba de una piedra, frente al lago, a la montaña... Es también placentero tocar. Además aprendimos la historia de tocar allá.
Martín: Allá ganamos guita. Es mucho más accesible. Que se yo, allá al dueño del pub le planteás que metés doscientas personas y el chabón te dice que, por ejemplo, vendas a un peso la entrada, o lo que sea y el se queda con la barra.
Turo: Además, me parece que lo que nos gusta es que el que toca, también esta laburando.
Martín: Acá, en cambio, tenés que ocuparte de cosas que no tienen que ver con tocar, “trabajar” de otra cosa: pelearte con el chabón por el tema de las entradas, por ejemplo.
Turo: Laburar de músico, esa es la idea. Acá, dentro del circuito hay una especie de soberbia. Es como que todo el mundo cree que está un escalón mas arriba del que está en realidad. Entonces es todo medio ridículo. Es como que están un paso arriba, pero en realidad están un paso abajo y te tratan mal. Hay como un ambiente hostil entre las bandas; ya nos pasó mas de una vez...
Martín: También, venir a Buenos Aires, implica venir a encarar un monstruo muy grande. Además eso va acompañado de toda tu vida. Allá se sabe que esta todo acá, y eso es verdad. La información y todo el circuito se manejan acá. Por eso, la decisión de la que quieras hacer, para mí se plantea después de pasar por acá.
Turo: La necesidad de información que tienen en el interior pasa desde los muchos métodos que encontrás para viola, por ejemplo, hasta la cantidad de personas que ves tocando. La necesidad de venir pasa por la cantidad de información que ingresa a la Capital Federal. Bueno, a mí me pasa al revés, porque de tanta información terminé embotándome. Se me trabó toda la cabeza. Pero, vos fijate, al final terminamos tocando todos y allá hay gente que también toca muy bien, pero creen que acá van a desarrollarse de una forma más académica, o más fuerte, como que acá está todo.
¿Acá estaría la aprobación?
Turo: Claro, y más que eso yo diría que piensan que acá está el desarrollo.
Martín: Claro, como que acá se va a ver si esta bien lo que hacés y creen que allá las cosas no llegan. Y no es así, llega distinto, porque en definitiva tocan igual, lo que acá también tocamos.
Turo: Es como que acá, todo es más metódico. Entonces quieren venir porque creen que van a tener toda la información y que con eso se hace mucho. Y no es así.
Martín: Estaría bueno vivirla acá y después irte.
Ariel: ...Irte por todos lados.
Turo: Lo que pasa acá es que por el ritmo de vida, por todo lo que pasa, haces una música mucho más esquizofrénica que por ahí en Bariloche. Acá también te perturba el hecho de que tenés que estudiar dieciséis horas. Allá te colgás mirando un árbol, estudiás dos horas y está todo bien. Pero en realidad depende de cada uno, más el contexto.
¿Entonces Penca es música de acá con la cabeza en otra parte?
Martín: No sé, creo que todo influye. No es que una cosa sea peor que otra.
¿Escuchan otras bandas de acá?
Turo: Penca es medio hermétiko. En verdad tuvimos mas relación con otras formas artísticas, extra musicales: malabaristas, actores, sobre todo al principio, cuando todavía no nos hacíamos cargo de que éramos una entidad independiente también. Siempre nos prendíamos a tocar atrás de los demás, cosas por el estilo.
Martín: Acá en Buenos Aires te encontrás con cosas que son todo lo mismo. No es que Penca no quiera ver a nadie. Es que no se ve otra cosa.
Turo: Tal vez, no me reconforta escuchar bandas que suenan igual y tal vez tampoco tenga los cinco pesos para gastar. No sé, cada uno con su necesidad. Algunos músicos, que están en otro nivel, no escuchan mas música. Los tipos llegaron al punto de comprender su universo musical y tienen la necesidad de desarrollarlo; no pueden hacer ingresar. Pero yo no estoy en esa. Además, por ejemplo, el drama que tenemos algunas personas que estudiamos música, es que no podemos escuchar algo sin analizarlo. Yo me enrosco un poco, escucho un CD y no puedo irme a dormir. Pero también, por otro lado hay bandas que me hacen volver a otros lugares; no me fijo cuan complejos son, pero me llenan por otro lado, diferente por ejemplo a lo que me provoca el Modern Jazz Quartet.
Martín: Yo veo como que hay algo que no sé si llamarlo “educación”.
...una cultura...
Turo: Tal vez a eso voy. No se sabe apreciar. Además a veces se mandan con instrumentos que desafinan.
...y muchos se la creen, no todos se dan cuenta...
Turo: Y, no. Además, por otra parte, no hay música autóctona. Es muy raro escuchar en una banda eso. Acá en Argentina, se toca música con influencia europea y estadounidense, en la mayoría de los casos. Es más, yo estoy influido por música europea más que por música argentina.
Martín: Es como que uno está ciego. Buena, la cosa está en empezar a buscar.
Turo: Pero cuando uno tiene que buscar, acá hay un problema, que son la TV y la radio. Son los medios más accesibles: es más fácil escuchar la radio o mirar los canales que irte a una disquería y mirarte todos los discos. Acá la TV te muestra lo que supuestamente es la verdad para el resto del mundo. Y entonces te sentís más cobijado ahí. Y terminás pensando que es lo mejor, cuando en realidad es cualquier cagada.
Pre-Sentimiento... agujereemos las sábanas; TVQ es lo más, pero no miren más tele; la identidad es primero, necesito tocar y tocar y tocar y tocar y tocar...
Tenés acceso a todo pero en realidad no lo controlás; y parece que no podés salir... hay una gran sábana que lo cubre todo, pero también hay posibilidad de agujerear esa sábana...
Ariel: ...No hay que mirar mas tele.
Turo:...No sé si no hay que mirar más tele...
Martín: Podés mirar, pero sabiendo a lo que te atenés, sabiendo lo que estás mirando.
Ariel: Yo desde que Waldo me contó que mira TV Quality, lo miro siempre...
Turo: ...Bueno, yo no creo que toquemos para salvar a nadie, tampoco sé si vamos a agujerear la “sábana”. Uno toca por necesidad. Y resulta ser que no es lo más cotidiano en el medio. Ahora no creo que toquemos por algo contestatario. Creo que tocamos porque nos divertimos...
Además, parece que la imagen es todo, ¿y la música? Parece que lo visual pasó a primer plano y entonces la calidad musical y el “virtuosismo” quedaron aún mas relegados...
Turo: Bueno, yo también pienso en algo austero cuando decimos “música”. Y funciona. Por ejemplo, lo que hizo U2cuando estuvo acá fue muy bueno.
Martín: ...Al batero no lo admiro, pero sé que está poniendo lo que tiene que poner en una banda como esa.
Turo: Vos fijate, que el violero juega con la sonoridad de la música, y ese es un concepto alucinante. Yo no podría dejar de tocar lo que toco para colgarme con el sonido. No sé, tal vez es una carencia mía. Lo que hacen es muy simple, no hay contrastes. El violero maneja la sonoridad de un estadio con cincuenta mil personas, y eso también es ser buen músico, es re-loco.
Martín: Además, fijate cuantas veces cambió de imagen U2, ¿no? Y eso es parte también, junto con la música de la IDENTIDAD. La identidad es también la estética que tiene una banda tocando.
Turo: Sí, la estética, no el esteticismo. Ser claro con la música que hacés.