Menos Que Cero
Cristian y Manzana en el bar del Rojas
A veces cuesta ponerse de acuerdo para “concertar una entrevista”. La que sigue a continuación fue hecha en dos partes. La primera, aquel grandioso domingo de Diciembre en el que Espirales Buda, Ariel (Pez), Manzanita y Francisco (Peligrosos Gorriones) brindaron cuatro inolvidables shows acústicos en La Luna. La segunda el último jueves de rock del Rojas del ’95. Así pues, misión cumplida…
¿Cómo se conocieron?
Nos conocimos tocando en el ambiente underground.
¿Qué es el ambiente “underground”?
Son esos lugares donde uno toca cuando recién empieza y no es conocido, y solamente lo van a ver los amigos, hasta que te empieza a ver gente que suele ir a recitales. Es ese punto en el cual empieza a venir la gente a la que le gusta ver grupos aunque no los conozca… como yo, que leía en el Sí que había glo que me podía llegar a gustar e iba a verlo, sin necesidad de que el grupo tenga 2 discos y lo pasen todo el día en la radio. Hay gente que tiene vocación de descubrir bandas nuevas y hay gente que se conforma con lo que ve en la televisión.
¿Ustedes están en el ambiente underground?
Sí. Por lo menos hasta que no grabás nada seguís estando. Después de que editás el primer disco hay bandas que pueden seguir siendo under y otras que no. No es muy fácil definir cuando se deja de estar. Igualmente son términos que fueron perdiendo vigencia… Hace 10 años estaba muy definido lo que era o no era under, era una decisión política de la banda, en cambio ahora es una condición. Antes representaba luchar contra el establishment del rock, contra las compañías multinacionales y todo eso. Afuera (EE.UU. o Inglaterra) paaaradójicamente el under está mucho más establecido, hay muchas compañías independientes que se mueven con muchos medios. El caso más clásico es el de Sub Pop, que pegó a Nirvana y se fueron para arriba. Los Smiths grabaron en un sello independiente, pero, ¿son realmente una banda under?..
Se conocieron y…
Estábamos en bandas diferentes que empezaron a tocar juntas. Yo tocaba en Víctimas de Hiroshima y después en Revólver, que era más o menos la misma gente… Fernando tocaba en los Minimal (estaba con Ariel, de Pez) y Diego tocaba en La Celebración… Ahora salió un compilado que se llama Alimañas donde están todas esas bandas… De toda esa movida… Amor Indio… Mal Recetado y todo eso, éramos como los más chicos, andabamos por los 19.
¿Y ahora?
Ahora andamos por los 24 años… En el ’91 Fernando fue baterista de Revólver, que se separó cuando entré a tocar en Martes Menta. Paralelamente intenté otras cosas con Fernando y otro pibe en el bajo. Después vino Diego y cuando se separó Martes Menta hubo como el empujón necesario para armarnos en serio.
De Martes Menta a Menos Que Cero hay un cambio musical enorme…
En Martes Menta había muchas personalidades diferentes que por ahí era lo que daba por resultado lo que era el grupo… Ariel, Fabián y yo eramos muy diferentes musicalmente, más allá de que tuviésemos cosas en común porque sino no hubiésemos tocado juntos. Si escuchás Revólver se nota una cierta coherencia con lo que estoy haciendo ahora… también pasa que en Martes Menta los que componían eran Ariel y Fabián… yo me encargaba mucho de arreglar los temas y todo eso. En el momento en el que yo entré, la banda era una cosa, y después fue cambiando para otro lado en el que las cosas que componían quedaban medio afuera.
¿Ese fue el detonante para que se separasen?
Ese fue el detonante para que yo empiece a pensar en hacer otra cosa. En Martes Menta seguí tocando porque son mis amigos y me divertía, era lindo.
Cambió mucho el sonido…
Sí, la idea original de Menos Que Cero era un cuarteto (con dos guitarras), hasta que el otro guitarrista se vio metido en otro grupo y nos dimos cuenta de que eramos tres y nos gustó… quedamos como trío. Cuando estaba en Martes Menta tenía algunos temas y dije “bueno, quiero hacer un seleccionado!!!” (risas)… claro, a veces uno toca con la gente que tiene a mano y otras dice… “que bueno sería tocar con este y este otro pibe”… Hablamos y en un momento coincidió que los tres dejamos de estar cada uno en su banda y nos juntamos (principios del ’94). La idea original de la banda es de Julio del ’93; hacía cuatro meses que estaba en Martes Menta y ya estaba pensando en hacer otra cosa… basicamente porque siempre fui guitarrista y en Martes Menta me divertía pero… es otra sensación tocar la guitarra que tocar los teclados… hay una diferencia de pasión bastante grande, por ahí el teclado es interesante para hacer muchas cosas, pero eso si tenés muchas pilas. Yo no me ponía mucho a experimentar… siempre fui un guitarrista… Menos Que Cero debutó con otro baterista en La Luna con Die Blumen, aunque al principio estuvo Fernando, pero sólo ensayó dos veces porque estaba muy ocupado tocando en Los Telépatas. Después de su separación quedamos los tres que somos ahora, y tocamos por primera vez con Peligrosos Gorriones en el Arlequines (Noviembre del ’94). Fue una fecha muy importante porque nos vió mucha gente, y al show siguiente nos encontramos con que muchos de los que estaban nos habían visto en el Arlequines… Hicimos una tirada de 100 cassettes independientes grabados con el primer baterista, más que nada para difusión, prensa y otros músicos. Como sobraban pusimos algunos a la venta, 20 ó 25, y no la volvimos a hacer porque ya estabamos con Fernando y eso sonaba como “viejo”…
Hace poco estuvieron en Mar del Plata…
En las vacaciones de invierno, estuvo bárbaro, porque de última tocamos para un montón de gente que jamás oyó hablar de nosotros y reaccionaron bien. Es que hacemos canciones que son accesibles para todo el mundo… el otro día leí una nota de un escritor que hacía referencia a la música clásica tradicional y a la contemporánea, que es como más “sónica”, o sea, se trabaja más en base al timbre que por ahí a las melodías… y el tipo decía que “la melodía es la democracia de la música”. Por ahí no sabés de dónde vienen Beethoven o Mozart o Bach, pero tienen melodías que se te quedan pegadas, lo cual por ahí no pasa con otras músicas que tienen algo interesante pero en otros niveles. Y en el rock pasa lo mismo, si vos escuchás a cualquier banda que haga canciones, desde Los Beatles hasta Oasis (por decir un ejemplo muy clásico), hay melodías que inevitablemente se te quedan pegadas, y hay otro tipo de música que no produce lo mismo. Entonces, el que manejamos nosotros es como un lenguaje universal, la gente puede no conocer las influencias que tenemos a la hora de hacer canciones pero…
¿Cuáles son esas influencias?
La mayoría son grupos que trabajan en base a canciones y que basan su sonido en guitarras. Cuando hablo de canciones me refiero mas que nada a la tradición Beatle… Escuchamos mucho punk rock de Londres de fines de los ’70… Pistols… The Jam… Buzzcocks… o bandas de los ’80 como The Smiths… o REM. Uno escucha muchas cosas pero a la hora de hacer una banda dice “quiero moverme entre esto y esto”. A mí me encanta Charlie Parker, pero no es una influencia que pese a la hora de componer… aparte porque no lo puedo tocar! (risas)
¿Para qué tocás?
Satisfago una necesidad personal… hay gente que toca porque tiene tiempo libre o porque no tiene nada que hacer. En mi caso es una necesidad demasiado grande. Yo trato de reflejar las cosas que me pasan, que siento, que vivo; si las hago públicas es porque uno tiene una necesidad de ser reconocido.
Que alguien que te escuche se identifique con lo que hacés…
Claro. A mí me pasó con muchas bandas, y no es que devuelvo el favor sino que decís “que bueno, a este tipo le pasa lo mismo que a mí”…
¿Qué diferencias notás entre tocar ahora y en las época de Martes Menta?
Por ahí el hecho de haber tocado en Martes Menta o de tener un cierto nombre entre la gente que va a ver bandas under te facilita las cosas para buscar fechas y eso… igual el circuito no es tan grande, no hay tantos lugares. Nosotros tocamos más que nada en La Luna. Supongo que es muy difícil conseguir fechas, yo lo veo por las bandas a las que les hago sonido en La Luna.
Antes hablábamos de los sellos independientes de EE.UU. o Inglaterra. Yo creo que el problema es que esos países siempre fueron tomados como referentes de la música internacional… hay bandas como Pez que están girando con el primer CD desde hace un buen rato y todavía no recibieron una respuesta del público…
El problema es que acá nunca hubo una estructura coherente para las compañías independientes…
Si la hubiera ¿pensás que hay público?
No. Se necesitan muchos pasos, un trabajo de unos cuantos años. La cultura y los medios de acá no ayudan. Tanto en EE.UU. como en Inglaterra hay radios independientes, cada universidad tiene la suya y la mayoría de las buenas bandas de EE.UU. salieron así. Acá generalmente es al revés, la gente que va a las universidades es la que tiene menos interés en buscar algo nuevo en lo que respecta a la música.
Yo creo que al arte en general…
Sí. Yo hablaba hoy con una chica que pinta y también me comentaba lo mismo. De hecho cuando terminé la secundaria me metí en la carrera de diseño porque pensaba que iba a encontrar gente más copada, más comprometida con algún tipo de idea artística. Uno por ahí tiene el mito de haber leído la historia de Los Beatles o los Who que iban a escuelas de arte y toda la gente era copada y a todos les gustaba la música y la pintura y eran todos fotógrafos (risas) y todo eso. Y acá es mentira. La gente que va a ala universidad son como medio aspirantes a yuppies, salvo una pequeña parte. El ir a la universidad o no es como una especie de obligación social, no hay una vocación… ¿Quién puede querer ser administrador de empresas?
¿Qué hacés actualmente?
Toco y trabajo en un estudio de grabación, para mantenerme, porque no se puede vivir del rock. No es un sueldo que me dé para vivir super bien pero por lo menos hago algo que tiene que ver con lo que me gusta. Sería bastante terrible si tuviese que trabajar en una oficia, en un banco o algo así…
¿Te das cuenta cuando la gente disfruta con lo que hacés?
No es siempre igual. Depende mucho de la gente, del lugar, del estado de uno… pero se percibe, más allá de los aplausos al final de un tema, que pueden ser más o menos emotivos. Vos arriba del escenario te das cuenta de si estás haciendo un buen show o uno, digamos… standard. Nunca me pasó con Menos Que Cero el hecho de hacer un show y darme cuenta de que fue malo, pero me pasó con otras bandas. Nosotros tenemos un piso del cual nunca bajamos. Para mí el hecho de disfrutar un show, tanto la banda como el público, va más allá de pifiar o no. Influye todo, hasta como te escuchás vos arriba del escenario. Uno tiende a creer que cuando disfruta mucho de un show, la gente lo siente igual, ellos se dan cuenta.
¿Un buen show que recuerdes?
En La Luna con Guardando Silencio (la banda de mi hermano) y Evidencia Jinnah… lo disfruté mucho. De Martes Menta me acuerdo del show con EMF en Obras… con Víctimas de Hiroshima en el Teatro del Plata…
¿Cómo repercute en vos el hecho de haber llegado a Obras? Digo esto en el sentido de que el público lo ve como una especie de bastión del rock local…
Sí, uno también lo ve así, qué se yo… es muy grosso… es el punto máximo en cuanto a lugares para tocar, porque no sé si me interesa tocar en un estadio. Preferiría hacer cinco Obras antes que un Vélez.
Se pierde un poco la intimidad…
Claro, Obras en cambio es el lugar más grande en el que aún no se pierde ese contacto… yo salí al escenario y al ver la gente ahí es… es una sensación muy grossa. Supongo que en un estadio también porque hay más gente, pero como yo como espectador no disfruto de los shows en los estadios, no sé si me gustaría hacerlos. A nivel artístico no sé… con Martes Menta yo me divertía pero no hacía algo que me representara plenamente en el aspecto artístico, entonces es muy diferente; con Menos Que Cero en un punto fue como empezar de cero.
¿Qué bandas de acá te parecen recomendables?
Hay bandas que me parece que van a salir a flote recién este año, y que tienen que ver con lo que hacemos nosotros, en el sentido de que son canciones que se pueden tocar con una guitarra acústica tranquilamente. Más allá de que toque mi hermano me gusta Guardando Silencio… Blazer, que ahora les voy a producir un demo… y Turf, que es la banda nueva de Joaquín, y me parece muy buena. No sé, uno siempre tiene la idea de que salga algo así como una especie de “movida”, que haya bandas que tengan que ver con lo que uno hace y que se genere una suerte de “frente común”… A veces es imposible porque las bandas por ahí tiene expectativas diferentes… o quieren mantener la independencia, o grabar con una multinacional… o quieren tocar solo para divertirse los fines de semana, o se lo toman más en serio…
Y Menos Que Cero ¿en qué punto está?
Más que vivir de esto yo quiero vivir para esto, me gustaría poder dedicarle todo mi tiempo. Obviamente pueden haber actividades paralelas como producir a otras bandas, que es algo que me gustaría mucho. Me gustaría grabar, ir a tocar fuera de la Capital, qué se yo… Yo creo que uno interiormente cuando se acuesta, conversando con la almohada, sabe cuáles de sus temas o de sus letras son realmente buenas…
¿Por ejemplo?
Hay un par de letras de las cuales me siento muy orgulloso, qué se yo… “Trenes”, que paradójicamente no me parece una de las mejores melodías que hicimos. Hay otra que se llama “Hasta caerme”… yo le doy mucha pelota a las letras, para mí es muy importante… Nosotros podríamos tener muchos más temas, porque la música en el ensayo sale fácil, pero un tema entero tiene que tener una letra que diga algo interesante.
¿De dónde viene la inspiración para las letras?
De cosas que me pasaron o que leí… uno tiene una especie de “background de información” de letras de otros músicos o de cosas que leyó o escuchó. Los letristas que me gustan tienen que ver con lo que hago yo, una cuestión bastante introspectiva…
De los actuales ¿cuáles te gustan?
De acá, de los contemporáneos, el único que realmente me gusta es Francisco (Bochatón de Peligrosos Gorriones)… hay un par de letras de Reincidentes que me parecen muy buenas… Creo que las bandas de acá que se dedican a hacer canciones en el estilo nuestro no le dan mucha pelota a las letras, porque de última las letras de bandas como Teenage Fun Club o de la primera época de Los Beatles son medias superficiales. Hay otras cosas como REM, Lou Reed, Ian Curtis de Joy Division, o The Smiths que ya tienen letras más profundas.
Yo creo que hay una evolución tan grande de la música, que hoy en día cualquier pibe puede comprarse una guitarra y pelar un sonido bueno, o sea, creo que la gente cada vez busca más el hecho de encontrar un lugar común en las letras más que en la música, porque hoy por hoy están muy estudiados los medios y las técnicas para hacer un determinado tipo de música…
Es que en realidad el pop son los lugares comunes, el pop como algo popular, eso que hace que a uno se le pegue un estribillo… y en realidad lo que a uno se le pega son los lugares comunes… hay ciertas progresiones de acordes que uno sabe que son efectivas, y no es que uno las use por eso, sino porque a lo mejor es lo que a uno le gustaría escuchar. O por ahí si tengo una letras que es compleja fonéticamente, cuando viene el estribillo digo “bueno, si quiero que siga siendo el estribillo tengo que poner algo, alguna palabra que se repita”, no sé… hay ciertas coordenadas letrísticas que hacen que una cosa sea estribillo y otra no…
¿Cómo se conocieron?
Nos conocimos tocando en el ambiente underground.
¿Qué es el ambiente “underground”?
Son esos lugares donde uno toca cuando recién empieza y no es conocido, y solamente lo van a ver los amigos, hasta que te empieza a ver gente que suele ir a recitales. Es ese punto en el cual empieza a venir la gente a la que le gusta ver grupos aunque no los conozca… como yo, que leía en el Sí que había glo que me podía llegar a gustar e iba a verlo, sin necesidad de que el grupo tenga 2 discos y lo pasen todo el día en la radio. Hay gente que tiene vocación de descubrir bandas nuevas y hay gente que se conforma con lo que ve en la televisión.
¿Ustedes están en el ambiente underground?
Sí. Por lo menos hasta que no grabás nada seguís estando. Después de que editás el primer disco hay bandas que pueden seguir siendo under y otras que no. No es muy fácil definir cuando se deja de estar. Igualmente son términos que fueron perdiendo vigencia… Hace 10 años estaba muy definido lo que era o no era under, era una decisión política de la banda, en cambio ahora es una condición. Antes representaba luchar contra el establishment del rock, contra las compañías multinacionales y todo eso. Afuera (EE.UU. o Inglaterra) paaaradójicamente el under está mucho más establecido, hay muchas compañías independientes que se mueven con muchos medios. El caso más clásico es el de Sub Pop, que pegó a Nirvana y se fueron para arriba. Los Smiths grabaron en un sello independiente, pero, ¿son realmente una banda under?..
Se conocieron y…
Estábamos en bandas diferentes que empezaron a tocar juntas. Yo tocaba en Víctimas de Hiroshima y después en Revólver, que era más o menos la misma gente… Fernando tocaba en los Minimal (estaba con Ariel, de Pez) y Diego tocaba en La Celebración… Ahora salió un compilado que se llama Alimañas donde están todas esas bandas… De toda esa movida… Amor Indio… Mal Recetado y todo eso, éramos como los más chicos, andabamos por los 19.
¿Y ahora?
Ahora andamos por los 24 años… En el ’91 Fernando fue baterista de Revólver, que se separó cuando entré a tocar en Martes Menta. Paralelamente intenté otras cosas con Fernando y otro pibe en el bajo. Después vino Diego y cuando se separó Martes Menta hubo como el empujón necesario para armarnos en serio.
De Martes Menta a Menos Que Cero hay un cambio musical enorme…
En Martes Menta había muchas personalidades diferentes que por ahí era lo que daba por resultado lo que era el grupo… Ariel, Fabián y yo eramos muy diferentes musicalmente, más allá de que tuviésemos cosas en común porque sino no hubiésemos tocado juntos. Si escuchás Revólver se nota una cierta coherencia con lo que estoy haciendo ahora… también pasa que en Martes Menta los que componían eran Ariel y Fabián… yo me encargaba mucho de arreglar los temas y todo eso. En el momento en el que yo entré, la banda era una cosa, y después fue cambiando para otro lado en el que las cosas que componían quedaban medio afuera.
¿Ese fue el detonante para que se separasen?
Ese fue el detonante para que yo empiece a pensar en hacer otra cosa. En Martes Menta seguí tocando porque son mis amigos y me divertía, era lindo.
Cambió mucho el sonido…
Sí, la idea original de Menos Que Cero era un cuarteto (con dos guitarras), hasta que el otro guitarrista se vio metido en otro grupo y nos dimos cuenta de que eramos tres y nos gustó… quedamos como trío. Cuando estaba en Martes Menta tenía algunos temas y dije “bueno, quiero hacer un seleccionado!!!” (risas)… claro, a veces uno toca con la gente que tiene a mano y otras dice… “que bueno sería tocar con este y este otro pibe”… Hablamos y en un momento coincidió que los tres dejamos de estar cada uno en su banda y nos juntamos (principios del ’94). La idea original de la banda es de Julio del ’93; hacía cuatro meses que estaba en Martes Menta y ya estaba pensando en hacer otra cosa… basicamente porque siempre fui guitarrista y en Martes Menta me divertía pero… es otra sensación tocar la guitarra que tocar los teclados… hay una diferencia de pasión bastante grande, por ahí el teclado es interesante para hacer muchas cosas, pero eso si tenés muchas pilas. Yo no me ponía mucho a experimentar… siempre fui un guitarrista… Menos Que Cero debutó con otro baterista en La Luna con Die Blumen, aunque al principio estuvo Fernando, pero sólo ensayó dos veces porque estaba muy ocupado tocando en Los Telépatas. Después de su separación quedamos los tres que somos ahora, y tocamos por primera vez con Peligrosos Gorriones en el Arlequines (Noviembre del ’94). Fue una fecha muy importante porque nos vió mucha gente, y al show siguiente nos encontramos con que muchos de los que estaban nos habían visto en el Arlequines… Hicimos una tirada de 100 cassettes independientes grabados con el primer baterista, más que nada para difusión, prensa y otros músicos. Como sobraban pusimos algunos a la venta, 20 ó 25, y no la volvimos a hacer porque ya estabamos con Fernando y eso sonaba como “viejo”…
Hace poco estuvieron en Mar del Plata…
En las vacaciones de invierno, estuvo bárbaro, porque de última tocamos para un montón de gente que jamás oyó hablar de nosotros y reaccionaron bien. Es que hacemos canciones que son accesibles para todo el mundo… el otro día leí una nota de un escritor que hacía referencia a la música clásica tradicional y a la contemporánea, que es como más “sónica”, o sea, se trabaja más en base al timbre que por ahí a las melodías… y el tipo decía que “la melodía es la democracia de la música”. Por ahí no sabés de dónde vienen Beethoven o Mozart o Bach, pero tienen melodías que se te quedan pegadas, lo cual por ahí no pasa con otras músicas que tienen algo interesante pero en otros niveles. Y en el rock pasa lo mismo, si vos escuchás a cualquier banda que haga canciones, desde Los Beatles hasta Oasis (por decir un ejemplo muy clásico), hay melodías que inevitablemente se te quedan pegadas, y hay otro tipo de música que no produce lo mismo. Entonces, el que manejamos nosotros es como un lenguaje universal, la gente puede no conocer las influencias que tenemos a la hora de hacer canciones pero…
¿Cuáles son esas influencias?
La mayoría son grupos que trabajan en base a canciones y que basan su sonido en guitarras. Cuando hablo de canciones me refiero mas que nada a la tradición Beatle… Escuchamos mucho punk rock de Londres de fines de los ’70… Pistols… The Jam… Buzzcocks… o bandas de los ’80 como The Smiths… o REM. Uno escucha muchas cosas pero a la hora de hacer una banda dice “quiero moverme entre esto y esto”. A mí me encanta Charlie Parker, pero no es una influencia que pese a la hora de componer… aparte porque no lo puedo tocar! (risas)
¿Para qué tocás?
Satisfago una necesidad personal… hay gente que toca porque tiene tiempo libre o porque no tiene nada que hacer. En mi caso es una necesidad demasiado grande. Yo trato de reflejar las cosas que me pasan, que siento, que vivo; si las hago públicas es porque uno tiene una necesidad de ser reconocido.
Que alguien que te escuche se identifique con lo que hacés…
Claro. A mí me pasó con muchas bandas, y no es que devuelvo el favor sino que decís “que bueno, a este tipo le pasa lo mismo que a mí”…
¿Qué diferencias notás entre tocar ahora y en las época de Martes Menta?
Por ahí el hecho de haber tocado en Martes Menta o de tener un cierto nombre entre la gente que va a ver bandas under te facilita las cosas para buscar fechas y eso… igual el circuito no es tan grande, no hay tantos lugares. Nosotros tocamos más que nada en La Luna. Supongo que es muy difícil conseguir fechas, yo lo veo por las bandas a las que les hago sonido en La Luna.
Antes hablábamos de los sellos independientes de EE.UU. o Inglaterra. Yo creo que el problema es que esos países siempre fueron tomados como referentes de la música internacional… hay bandas como Pez que están girando con el primer CD desde hace un buen rato y todavía no recibieron una respuesta del público…
El problema es que acá nunca hubo una estructura coherente para las compañías independientes…
Si la hubiera ¿pensás que hay público?
No. Se necesitan muchos pasos, un trabajo de unos cuantos años. La cultura y los medios de acá no ayudan. Tanto en EE.UU. como en Inglaterra hay radios independientes, cada universidad tiene la suya y la mayoría de las buenas bandas de EE.UU. salieron así. Acá generalmente es al revés, la gente que va a las universidades es la que tiene menos interés en buscar algo nuevo en lo que respecta a la música.
Yo creo que al arte en general…
Sí. Yo hablaba hoy con una chica que pinta y también me comentaba lo mismo. De hecho cuando terminé la secundaria me metí en la carrera de diseño porque pensaba que iba a encontrar gente más copada, más comprometida con algún tipo de idea artística. Uno por ahí tiene el mito de haber leído la historia de Los Beatles o los Who que iban a escuelas de arte y toda la gente era copada y a todos les gustaba la música y la pintura y eran todos fotógrafos (risas) y todo eso. Y acá es mentira. La gente que va a ala universidad son como medio aspirantes a yuppies, salvo una pequeña parte. El ir a la universidad o no es como una especie de obligación social, no hay una vocación… ¿Quién puede querer ser administrador de empresas?
¿Qué hacés actualmente?
Toco y trabajo en un estudio de grabación, para mantenerme, porque no se puede vivir del rock. No es un sueldo que me dé para vivir super bien pero por lo menos hago algo que tiene que ver con lo que me gusta. Sería bastante terrible si tuviese que trabajar en una oficia, en un banco o algo así…
¿Te das cuenta cuando la gente disfruta con lo que hacés?
No es siempre igual. Depende mucho de la gente, del lugar, del estado de uno… pero se percibe, más allá de los aplausos al final de un tema, que pueden ser más o menos emotivos. Vos arriba del escenario te das cuenta de si estás haciendo un buen show o uno, digamos… standard. Nunca me pasó con Menos Que Cero el hecho de hacer un show y darme cuenta de que fue malo, pero me pasó con otras bandas. Nosotros tenemos un piso del cual nunca bajamos. Para mí el hecho de disfrutar un show, tanto la banda como el público, va más allá de pifiar o no. Influye todo, hasta como te escuchás vos arriba del escenario. Uno tiende a creer que cuando disfruta mucho de un show, la gente lo siente igual, ellos se dan cuenta.
¿Un buen show que recuerdes?
En La Luna con Guardando Silencio (la banda de mi hermano) y Evidencia Jinnah… lo disfruté mucho. De Martes Menta me acuerdo del show con EMF en Obras… con Víctimas de Hiroshima en el Teatro del Plata…
¿Cómo repercute en vos el hecho de haber llegado a Obras? Digo esto en el sentido de que el público lo ve como una especie de bastión del rock local…
Sí, uno también lo ve así, qué se yo… es muy grosso… es el punto máximo en cuanto a lugares para tocar, porque no sé si me interesa tocar en un estadio. Preferiría hacer cinco Obras antes que un Vélez.
Se pierde un poco la intimidad…
Claro, Obras en cambio es el lugar más grande en el que aún no se pierde ese contacto… yo salí al escenario y al ver la gente ahí es… es una sensación muy grossa. Supongo que en un estadio también porque hay más gente, pero como yo como espectador no disfruto de los shows en los estadios, no sé si me gustaría hacerlos. A nivel artístico no sé… con Martes Menta yo me divertía pero no hacía algo que me representara plenamente en el aspecto artístico, entonces es muy diferente; con Menos Que Cero en un punto fue como empezar de cero.
¿Qué bandas de acá te parecen recomendables?
Hay bandas que me parece que van a salir a flote recién este año, y que tienen que ver con lo que hacemos nosotros, en el sentido de que son canciones que se pueden tocar con una guitarra acústica tranquilamente. Más allá de que toque mi hermano me gusta Guardando Silencio… Blazer, que ahora les voy a producir un demo… y Turf, que es la banda nueva de Joaquín, y me parece muy buena. No sé, uno siempre tiene la idea de que salga algo así como una especie de “movida”, que haya bandas que tengan que ver con lo que uno hace y que se genere una suerte de “frente común”… A veces es imposible porque las bandas por ahí tiene expectativas diferentes… o quieren mantener la independencia, o grabar con una multinacional… o quieren tocar solo para divertirse los fines de semana, o se lo toman más en serio…
Y Menos Que Cero ¿en qué punto está?
Más que vivir de esto yo quiero vivir para esto, me gustaría poder dedicarle todo mi tiempo. Obviamente pueden haber actividades paralelas como producir a otras bandas, que es algo que me gustaría mucho. Me gustaría grabar, ir a tocar fuera de la Capital, qué se yo… Yo creo que uno interiormente cuando se acuesta, conversando con la almohada, sabe cuáles de sus temas o de sus letras son realmente buenas…
¿Por ejemplo?
Hay un par de letras de las cuales me siento muy orgulloso, qué se yo… “Trenes”, que paradójicamente no me parece una de las mejores melodías que hicimos. Hay otra que se llama “Hasta caerme”… yo le doy mucha pelota a las letras, para mí es muy importante… Nosotros podríamos tener muchos más temas, porque la música en el ensayo sale fácil, pero un tema entero tiene que tener una letra que diga algo interesante.
¿De dónde viene la inspiración para las letras?
De cosas que me pasaron o que leí… uno tiene una especie de “background de información” de letras de otros músicos o de cosas que leyó o escuchó. Los letristas que me gustan tienen que ver con lo que hago yo, una cuestión bastante introspectiva…
De los actuales ¿cuáles te gustan?
De acá, de los contemporáneos, el único que realmente me gusta es Francisco (Bochatón de Peligrosos Gorriones)… hay un par de letras de Reincidentes que me parecen muy buenas… Creo que las bandas de acá que se dedican a hacer canciones en el estilo nuestro no le dan mucha pelota a las letras, porque de última las letras de bandas como Teenage Fun Club o de la primera época de Los Beatles son medias superficiales. Hay otras cosas como REM, Lou Reed, Ian Curtis de Joy Division, o The Smiths que ya tienen letras más profundas.
Yo creo que hay una evolución tan grande de la música, que hoy en día cualquier pibe puede comprarse una guitarra y pelar un sonido bueno, o sea, creo que la gente cada vez busca más el hecho de encontrar un lugar común en las letras más que en la música, porque hoy por hoy están muy estudiados los medios y las técnicas para hacer un determinado tipo de música…
Es que en realidad el pop son los lugares comunes, el pop como algo popular, eso que hace que a uno se le pegue un estribillo… y en realidad lo que a uno se le pega son los lugares comunes… hay ciertas progresiones de acordes que uno sabe que son efectivas, y no es que uno las use por eso, sino porque a lo mejor es lo que a uno le gustaría escuchar. O por ahí si tengo una letras que es compleja fonéticamente, cuando viene el estribillo digo “bueno, si quiero que siga siendo el estribillo tengo que poner algo, alguna palabra que se repita”, no sé… hay ciertas coordenadas letrísticas que hacen que una cosa sea estribillo y otra no…
¿Para dónde crees que va la música?
Para mí no va a ningún lado, la música es como una especie de árbol… hay un tronco común y va para todos los lugares que se te puedan imaginar. Creo que había sido Pablo Schanton el que hace 2 ó 3 años había dicho que el rock es como el HIV de la cultura, es como un virus que se mete en todos los tipos de expresiones de la cultura… popular, culta, erudita… y toma lo que le conviene. De última el rock empezó como una manifestación de cierto tipo de clase social americana, mezcla de un par de elementos musicales, y se fue enriqueciendo cada vez más… tomó cosas de la música latina, incluso con los Beatles tomó cosas del soul, se metió con la música hindú, con la contemporánea, con el jazz…
¿Y quienes quieren matar al virus, talar el árbol?
Puede ser que en un momento hubiese gente a la que no le convenía el rock, pero es como todo, cuando alguien se da cuenta de que eso puede ser negocio ya pasa a convenirle. Sí puede haber gente a la que le convenga que el rock esté completamente estandarizado y que responda a unos pocos parámetros. Creo que no hay ningún tipo de manifestación de la cultura que no pueda ser dominada por el establishment. Un libro sobre la historia del rock decía que los Sex Pistols en un punto habían sido lo más asqueroso a lo que se podía llegar con el rock; los tipos hicieron todo lo que se podía hacer para estar en contra de todo e igualmente fueron absorbidos por el sistema. El tipo terminaba diciendo que con los Pistols se habían ganado muchas cosas y que el rock había vuelto a cobrar vida, porque si no hubiese sido por ellos la new wave y después los ’80 y lo que son los ’90 no hubiesen surgido, y más allá de todos los prejuicios que logró derribar, el punk rock había ganado muchas batallas, pero perdió la guerra.
Para mí no va a ningún lado, la música es como una especie de árbol… hay un tronco común y va para todos los lugares que se te puedan imaginar. Creo que había sido Pablo Schanton el que hace 2 ó 3 años había dicho que el rock es como el HIV de la cultura, es como un virus que se mete en todos los tipos de expresiones de la cultura… popular, culta, erudita… y toma lo que le conviene. De última el rock empezó como una manifestación de cierto tipo de clase social americana, mezcla de un par de elementos musicales, y se fue enriqueciendo cada vez más… tomó cosas de la música latina, incluso con los Beatles tomó cosas del soul, se metió con la música hindú, con la contemporánea, con el jazz…
¿Y quienes quieren matar al virus, talar el árbol?
Puede ser que en un momento hubiese gente a la que no le convenía el rock, pero es como todo, cuando alguien se da cuenta de que eso puede ser negocio ya pasa a convenirle. Sí puede haber gente a la que le convenga que el rock esté completamente estandarizado y que responda a unos pocos parámetros. Creo que no hay ningún tipo de manifestación de la cultura que no pueda ser dominada por el establishment. Un libro sobre la historia del rock decía que los Sex Pistols en un punto habían sido lo más asqueroso a lo que se podía llegar con el rock; los tipos hicieron todo lo que se podía hacer para estar en contra de todo e igualmente fueron absorbidos por el sistema. El tipo terminaba diciendo que con los Pistols se habían ganado muchas cosas y que el rock había vuelto a cobrar vida, porque si no hubiese sido por ellos la new wave y después los ’80 y lo que son los ’90 no hubiesen surgido, y más allá de todos los prejuicios que logró derribar, el punk rock había ganado muchas batallas, pero perdió la guerra.